El Augusta National Golf Club acoge desde hoy jueves la pelea por la prestigiosa «Chaqueta Verde» que se otorga al ganador del Masters, el primer «grande» de la temporada golfística, y que se presenta con un amplio abanico de aspirantes, entre ellos de forma seria el estadounidense Tiger Woods, deseoso de acabar con su sequía en «majors» y volver a la caza de Jack Nicklaus, sin olvidar al malagueño Miguel Ángel Jiménez.

El golfista churrianero no está en su mejor campaña, pero siempre puede ser capaz de lo mejor y será muy observado porque compartirá partido con Woods.

En cuanto al resto de la representación española, correrá a cargo de Álvaro Quirós, Sergio García, Gonzalo Fernández-Castaño y José María Olazabal que, en principio, no entran en las apuestas y que, salvo el de Fuenterrrabía, doble ganador de la chaqueta verde (1994 y 1999), buscarán brillar en busca de puntos necesarios de cara a la Ryder Cup de este año cuyo equipo europeo capitanea precisamente el guipuzcoano.

Quirós intentará aprender de la experiencia del año pasado, cuando llegó a ser colíder en la primera jornada, pero luego no pudo mantener la regularidad, mientras que García, renacido tras su buen final de 2011, afronta un torneo donde su mejor puesto fue cuarto (2004) y con el ánimo renovado de sus buenas actuaciones en el US Open, «British» y el Campeonato de la PGA de 2011.

Tiger Woods saboreó su último «grande» en junio de 2008 cuando conquistó su tercer Abierto de los Estados Unidos, pero a partir de ahí inició una larga sequía cuando parecía que acabaría en un visto y no visto con el récord del «Oso Dorado» de 18 «majors».

Algo más de un año después, el «Tigre» ganaría el BMW PGA Championship y luego llegaría el revuelo por sus problemas privados, su parón de juego y el inicio de una caída libre, aderezado con lesiones, que le llevó no sólo a perder el número uno mundial, sino a dejar de ganar.

Sin embargo, a finales de este mes, en el Arnold Palmer Invitational, uno de los torneos previos al Masters, Woods volvió a sonreír dos años y medio después, y lo hizo tras superar nuevas molestias físicas. El estadounidense se volvió a colar entre los mejores del ranking mundial, el sexto, y tras descansar esta semana, llega como uno de los serios aspirantes.

El exnúmero uno del mundo ya tiene en su armario cuatro chaquetas verdes y busca una quinta, lo que le haría desempatar con Palmer y quedarse a una del récord de Nicklaus, que además le sitúe con 15 «grandes» en su curriculum, a tres de igualar a Jack Nicklaus. El californiano siempre ha rendido bien en Augusta, donde aparte de sus triunfos, atesora varios «top ten», aunque no gana en Atlanta desde 2005.

Duelo Woods-McIlroy. Los espectadores están deseosos de poder verle librar un duelo con el joven norirlandés Rory McIlroy, estrella ya confirmada y cuyo nivel de juego le hizo ser hace poco uno de los ocupantes de un trono mundial, dominado ahora por los jugadores del Viejo Continente. El de Holywood, ahora número dos mundial, es un fiero competidor y seguro que está deseoso de librar una buena «batalla» en el Augusta National Golf Club. El británico tendrá ganas de quitarse la espina de lo sucedido el año pasado, cuando era un serio aspirante al triunfo hasta el último día.