El jugador del Livorno Piermario Morosini ha fallecido este sábado tras sufrir un paro cardíaco en el partido, correspondiente a la Serie B italiana, que el equipo de la Toscana disputaba ante el Pescara, suspendido tras el duro suceso, según ha confirmado la prensa italiana.

Morosini fue atendido en el campo por parte de los servicios médicos, que le realizaron un masaje cardiaco sobre el terreno de juego antes de ser trasladado en ambulancia al hospital Santo Spirito de Pescara, a donde, tal y como ha declarado uno de los médicos que le atendió, llegó "sin vida".

La desgracia tuvo lugar en el minuto 31 del encuentro, cuando el jugador cedido por el Udinese esta temporada, comenzó a tambalearse, llegándose a desplomar sobre el campo del Stadio Adriatico de Pescara. Pese a que intentó levantarse hasta en dos ocasiones, Morosini terminó desplomándose al suelo. Tras los intentos de reanimación, el futbolista de tan sólo 25 años falleció camino al hospital, en donde nada pudieron hacer por salvar su vida.

De esta forma, la 'Federcalcio', que en un principio declaró un minuto de silencio en todos los partidos de la jornada de este fin de semana, ha decidido finalmente suspender todo el fútbol, de cualquier categoría, en Italia.

El fallecimiento de Morosini sobre un terreno de juego es el último en una trágica lista que integran el camerunés Marc-Vivien Foé, el húngaro Miklos Feher o el español Antonio Puerta, entre otros.

El último episodio similar, aunque con final feliz, se vivió hace menos de un mes, cuando un colapso estuvo a punto de terminar con la vida del jugador del Bolton Fabrice Muamba. El exinternacional inglés sub-21 se desplomó en el partido de cuartos de final de la FA Cup en White Hart Lane.

Tras recibir hasta 15 impactos con el desfibrilador antes de llegar al hospital, Muamba sobrevivió de forma milagrosa tras estar "muerto durante 78 horas", tal y como declaró el propio médico del Bolton, Jonathan Tobin.