La Real Sociedad ganó con comodidad (3-0) a un Racing que descendió matemáticamente a Segunda División, al tiempo que el equipo guipuzcoano garantizó la permanencia en la máxima categoría la próxima temporada.

Los donostiarras salieron a por todas en busca de un gol rápido que desarbolara las escasas fuerzas que se le suponían a un Racing al que sólo un milagro podía librar del descenso.

Tras unos minutos de tanteo, el partido se animó con sendas ocasiones de Vela y Griezmann para la Real, mientras que el Racing firmó un remate con cierto peligro de Papa Diop al que dio respuesta Claudio Bravo.

En el minuto 25 llegó la mejor ocasión para abrir el marcador en el primer tiempo, en un cabezazo de Carlos Vela en el área pequeña que desbarató Mario cuando Anoeta veía el balón dentro de la red. El mexicano fue un azote para la defensa del equipo santanderino.

El partido estaba atascado y el empate no valía a ninguno de los dos equipos, el público comenzaba ya a impacientarse con los suyos cuando, tras el descanso, llegó el gol de Antoine Griezmann, precedido de una jugada de Aranburu y Xabi Prieto que el francés culminó.

El Racing no se descompuso y, con un resultado que certificaba su descenso de categoría, se comportó con profesionalidad buscando la portería de Claudio Bravo, que sufrió en un tiro de Diop.

La Real sentenció el choque a veinte minutos para el final tras otra buena acción colectiva de su medio campo que finalizó con un medido centro de Zurutuza a Griezmann, que empujó el balón a gol.

Agirretxe cerró la cuenta en el tramo final del partido tras una asistencia de Griezmann, que jugó su mejor encuentro de la temporada.

El Sporting respira

El Real Sporting tomó oxígeno en Cornellá-El Prat y sigue su escalada hacia la salvación con goles de Adrián Colunga, el argentino Óscar Trejo y el croata Mate Bilic, mientras que el RCD Espanyol da prácticamente por finiquitado su sueño europeo esta temporada, a falta de tres partidos para cerrar la Liga.

Los pericos se jugaban Europa y los asturianos la vida. A los de Clemente les salió todo. Incluso con un planteamiento descaradamente defensivo tras el primer gol, después de la reanudación, pudieron sentenciar a la contra en el 70. Al Espanyol, en cambio, no le funcionó nada. La grada catalana despidió al equipo con silbidos.

En la primera parte, Ayoze estrenó los avisos del partido tras firmar un recorte ante Víctor Sánchez y colocar el balón a medio metro del poste derecho. Mientras tanto, el Espanyol abusaba de las bandas. Los pericos disfrutaban de más llegada que los asturianos, aunque no lograban rematar ninguna acción entre los tres palos.

Salvo una jugada personal de Sergio García, que se fue de cuatro pero acabó perdiendo el balón, un centro desde la izquierda de Colunga que estuvo a punto de enganchar Sangoy o un disparo lejano de Lora nadie hacía méritos para desatascar el cero a cero. Toda la emoción de la primera parte se concentró en los últimos minutos.

En el 41, Sergio García ajustó un latigazo al palo izquierdo desde fuera del área. Después, un tiro de Coutinho acabó en las manos del portero y Verdú probó suerte a los pocos segundos. Aún faltaban dos cabezazos: el primero de Uche, muy desviado, y el segundo de Gálvez, que acarició el poste. Todo esto en seis minutos.

El segundo tiempo arrancó con la misma intensidad con la que acabó el primero. Grégory, en el 46, tuvo que cortar el centro de un incisivo Álvaro. En el contraataque llegó el 0-1. Colunga aprovechó el balón que remató sin puntería Sangoy con la cabeza y batió con un tiro cruzado a Cristian desde dentro del área. Mazazo a los pericos.

Los jugadores de Javier Clemente empezaron a retroceder las líneas. Se jugaban la salvación y defenderían este resultado sin arriesgar. Aún así, el Sporting dio algún que otro zarpazo. Sangoy probó la agilidad de Cristian en el 55 tras un centro de Lora. Pese a todo, los asturianos cedieron claramente el balón a los pericos.

Su apuesta era clara y previsible y el Espanyol estaba obligado a insistir con todo. Lo probó Uche en el 56, con un tiro fortísimo que no pudo bloquear Juan Pablo, y Sergio García en varias ocasiones. A los de Pochettino les faltaba la claridad ofensiva, pólvora y pegada que habían exhibido en anteriores compromisos.

Clemente montó un búnker sin complejos. La salvación lo valía y el Sporting ya defendía con cinco. Y cuando todos los esfuerzos pericos se centraban en superar la muralla del ex seleccionador, una pérdida en el círculo central acabó con una contra y el 0-2 de Trejo en el 70, que combinó cómodamente con Colunga sorteando a la zaga.

La fiesta para el Sporting y el drama para el Espanyol aún no estaba completo. El 3-0 de Bilic, en una posición muy justa, puso el broche final al encuentro en el 80. Los pericos acabaron con diez ya que Sergio García no pudo continuar al estar lesionado y los cambios agotados. Todos sacan la calculadora con motivos muy distintos.

El Levante, a un paso de Europa

El Levante confirmó que competir la próxima campaña en Europa es casi una realidad tras derrotar al Granada en un partido de superioridad del equipo local, que fue letal cuando jugó a la contra, ante un rival que cuando tuvo el balón apenas creó peligro.

Tras un primer tiempo sin goles, el Levante se adelantó en el marcador pronto, pero tras el empate del Granada, que llegó en una de sus pocas ocasiones de gol, el equipo local volvió a marcar y con el 2-1 fue capaz de redondear el tanteador y de dejar claro que el objetivo no es tan solo la Liga Europa.

El Granada, pese a que saca cinco puntos a la zona de descenso, todavía tendrá que dar un último paso adelante para confirmar la permanencia.

Los primeros minutos estuvieron controlados por el Granada que se adaptó mejor a un terreno mojado y un poco irregular como consecuencia de la lluvia caída antes del inicio del encuentro.

Este dominio no estuvo acompañado de aproximaciones de peligro a la meta de Munúa y tampoco hizo que el Levante, acostumbrado a ceder el terreno a sus oponentes, se sintiera incómodo.

El Granada no se desguarnecía y los levantinistas se veían obligados a cambiar su fútbol directo por un juego de pases más cortos y más elaborado, que daba poco resultado.

Pese a ello, en el minuto 40, un gran pase en profundidad de Bakero, acabó con un remate de Koné al que respondió Julio César con una parada excepcional en la que fue la mejor ocasión del primer periodo, que acabó poco después.

Todo lo que había faltado en la primera parte llegó en tan sólo quince segundos de la continuación. En la primera jugada de la reanudación, Valdo penetró en el área, centró con precisión y un certero remate de Koné puso el 1-0 en el marcador.

El Levante dispuso de varias salidas al contragolpe ante un Granada que recuperó el balón, pero que era incapaz de crear peligro ante la meta de Munúa, hasta que una penetración de Jara permitió que Ighalo, que acababa de entrar, empatara el partido en la primera ocasión visitante de todo el choque.

Con el empate en el marcador, el Granada no se replegó. Mantuvo el balón ante un rival que acusó el tanto y que había perdido a Barkero, uno de sus hombres más valiosos, por problemas físicos.

Sin embargo, se repitió la historia del empate, que había llegado cuando el partido parecía controlado por los locales. El Levante no había reaccionado, pero en la primera ocasión que tuvo, volvió a marcar. Fue en un gran remate de Xavi Torres que obligaba al equipo andaluz a empatar por segunda vez para puntuar en Valencia.

Con ese escenario entró el partido en sus minutos finales. El Granada jugaba cerca de la meta de Munúa, pero no creaba peligro, mientras que el Levante fue capaz de aprovechar sus contragolpes. Un centro de Botelho acabó con el balón en la cabeza de Valdo, que hizo el 3-1, con el que se cerró el partido.

El Mallorca sueña con Europa

El Mallorca logró una clara victoria (1-3) ante un Getafe demasiado permisivo en defensa gracias a los tantos de Víctor Casadesús, Alejandro Alfaro y Tomer Hemed que le permiten apuntarse al sueño de alcanzar las plazas europeas, de las que se aleja el conjunto madrileño.

Con el objetivo inicial de la temporada conseguido, la permanencia, Getafe y Mallorca se dieron cita en el Coliseum Alfonso Pérez para apurar sus últimas opciones de acercarse a los puestos que dan acceso a zona europea.

Con esa premisa en mente saltaron ambos conjuntos al terreno de juego, aunque fue al Mallorca al que se vio más entregado en busca de la portería rival y suyas fueron las tres primeras ocasiones del partido.

El primer acercamiento con peligro del Getafe llegó a los 14 minutos, cuando Jaime Gavilán centró desde la izquierda y el lateral derecho azulón Juan Valera, ganando la espalda a los centrales bermellones, remató de cabeza a un poste izquierdo de la portería defendida por Dudu Aouate.

El Mallorca no se amedrentó por esa ocasión y siguió llevando la iniciativa. Su empeño tuvo recompensa a los 29 minutos, cuando Tomás Pina centró un balón templado al área que Casadesús remató de cabeza por encima de Moyá.

En la segunda mitad el Mallorca salió en busca de un segundo tanto que le diera la tranquilidad y pudo ampliar su diferencia nada más comenzar con un remate de volea de Pina que desvió Moyá a córner.

Luis García Plaza, técnico del Getafe, optó entonces por hacer un doble cambio y dar entrada al medio centro Javi Casquero y al delantero jerezano Dani Güiza con la intención de mantener posesiones más largas y ganar presencia en el área rival.

La apuesta no le salió bien al conjunto madrileño, que se mostró falto de pegada y muy frágil en defensa, lo que provocó que el Mallorca no tuviera demasiados problemas para anotar el segundo tanto por medio de Alfaro, que remató de cabeza en el área pequeña un centro de Nsue en el minuto 68.

En el tiempo añadido el Getafe maquilló el resultado con el gol de Alexis Ruano, que mandó al fondo de las mallas un balón suelto en el área pequeña del Mallorca.