Los tiempos entre partidos son algo diferentes para estos canteranos desde que a la junta directiva del Olímpica Victoriana se les ocurrió publicar un álbum de cromos con sus propios jugadores. Desde los baby hasta los alevines, cada futbolista tiene su propia estampa en este coleccionable, que ha servido para tener un recordatorio de la temporada y además, motivar a los chavales.

«La intención era que los chicos y sus familias disfrutaran haciendo colección de sus cromos, así se motivan y se relacionan con otros niños del club», explica el entrenador de los prebenjamines, Sergio García. Es el primer año que organizan esta iniciativa pero ha tenido tanto éxito entre los aficionados que ya se plantean repetir la experiencia en la temporada 2012-2013. «Incluso jugadores de otros clubes y compañeros del colegio compraron el álbum para tener a sus amigos», explica el técnico malagueño.

Una vez conseguido el álbum, se puede hacer colección adquiriendo sobres de cromos por 80 céntimos, un módico precio que no sólo sirve para reinversión del club sino que además ha arrancado más de una sonrisa.

Y es que no sólo los niños tienen su espacio en el cuaderno, también el equipo técnico y la junta directiva aparecen en alguna de estas «estampitas», lo que hace aun más profesional esta iniciativa.

«A los jugadores les hace muchísima ilusión verse en los cromos, se sienten más importantes y les sirve para animarse y compararse con los grandes», explica Sergio García, quien también tiene su propia estampa.

El equipo de Peñarroya tomó la idea de otros equipos de fútbol que ya decidieron promover esta iniciativa para recaudar fondos.

En internet, existen varias empresas dedicadas a la impresión de álbumes como éste, donde se permite además crear un diseño personalizado o utilizar los clubes del club. Un sinfín de posibilidades que permiten a los niños, como explica el entrenador del Olímpica Victoriana, «hacerles sentir parte de un club».

Historia del club. Ricardo Luján fundó el Club Olímpica Victoriana en el año 1957, convirtiéndose en uno de los precursores del deporte base y en un referente de las escuelas de fútbol en la capital malagueña. Comandados por el color amarillo que lucen en su camiseta, el club es una de las entidades deportivas con mayor solera de Málaga, al estar enclavada en uno de los barrios más típicos de la ciudad. Desde los 50 hasta ahora muchas cosas han cambiado, entre ellas la desaparición del fundador, que supuso un fuerte varapalo para los equipos.

Pese a las dificultades por las que pasan la mayoría de los equipos en la actualidad, el club ha sabido sobreponerse a las vicisitudes y actualmente forma en su seno a niños de todas las edades, desde los prebaby -4 ó 5 años- hasta los veteranos, siempre presentes en las competiciones provinciales.

En su historia recuerdan con especial cariño el primer partido que jugaron contra los infantiles del Club Deportivo Málaga, nada menos que en La Rosaleda y que se saldó por un 2-1.