Christian Jongeneel ha completado varias de las travesías más duras y peligrosas que se conocen en el mundo (Estrecho de Cook, Canal de la Mancha o Estrecho de Gibraltar, entre otras), pero quiere más. Y el próximo lunes 17 de diciembre se lanzará a las aguas del mar arábigo para realizar otra de las travesías más prestigiosas del planeta, con llegada a la turística «Puerta de la India», en la ciudad de Bombay. El malagueño viaja hoy hacia tierras indias para comenzar su aclimatación y desde mañana realizará un diario sobre su nueva aventura que se podrá seguir en las páginas de La Opinión de Málaga.

La Travesía a nado Puerta de la India es uno de los retos más exigentes a los que este curtido nadador de aguas abiertas se va a enfrentar en su dilatada trayectoria. Se trata de un trayecto que oscila entre 35 y 40 kilómetros (oscila dependiendo de las mareas), con grandes corrientes, bravas y frías aguas (entre 14 y 19 º), abundante fauna marina, oscuridad absoluta (nadará de madrugada) y sin traje de neopreno.

«La travesía comienza a las 3 de la madrugada sí o sí, por las corrientes marinas. A oscuras todo es más peligroso y no me podré separar del barco de apoyo más de cinco metros, porque me puedo perder facilmente pese a llevar luces químicas», explica Jongeneel, que durante esta semana previa al desafío no podrá entrenar en las aguas del mar arábigo debido a las fuertes restricciones de las autoridades indias.

Y es que, el malagueño se las ha visto tiesas para conseguir todos los permisos necesarios para emprender su nueva aventura. Y sin la ayuda de la nadadora india, Arti Pradhan, el reto ahora sería imposible. «Ella me ha conseguido todos los permisos, que no son pocos (Federación India de Natación, Ejercito de Marina, Portuarios). Además, también ha sido la que me ha gestionado el barco de apoyo con un experimentado marinero que conoce bien esas aguas».

Las restricciones de las autoridades del país indio son tales, que Christian sólo podrá intentar asaltar este difícil reto una vez y en el día estipulado. «En un principio sólo podré intentar realizar la travesía el 17 de diciembre. Son bastante restrictivos al respecto. Pero por si acaso las mareas no nos permiten saltar al agua durante ese día, hemos prolongado el viaje hasta el 27 de diciembre e intentaríamos conseguir nuevos permisos para completarla», indica el malagueño.

Pero Jongeneel no estará solo en Bombay. Con él viaja Mario Cobos, de la fundación Brazadas Solidarias, que será su asistente en la ciudad india y después en el barco.

Pero el reto de Christian no es sólo deportivo. Además, su intención es solidaria. Y es que Christian Jongeneel actuará como relaciones públicas de la Fundación Vicente Ferrer, que trabaja desde hace más de 40 años con los más desfavorecidos del país asiático y con la que colabora mediante Brazadas Solidarias. «La Fundación Vicente Ferrer tiene mucha repercusión en nuestro país, pero no tanto allí en la India. Por eso también vamos a intentar que el reto deportivo tenga la mayor repercusión posible en Bombay, que es la capital financiera de La India y recaudar fondos para la Fundación».

El objetivo de Jongeneel y su equipo es recaudar todo el dinero posible para construir un nuevo colegio en Madakasira, pueblo que la expedición malagueña visitará una vez completada la travesía.

Aunque aún no ha completado su último desafío, Jongeneel no descansa y ya está preparando nuevos retos para el futuro. El primero nada más que aterrice en Málaga el 27 de diciembre, que se pondrá manos a la obra para preparar la nueva travesía de los Reyes Magos, que se celebrará en el Muelle Uno de la capital. Y a largo plazo, en mente tiene seguir completando las Ocean´s Seven, las siete travesías a nado más prestigiosas del mundo, de las que ha completado ya cuatro.