Abel Antón ha sido durante el último cuarto de siglo uno de los grandes nombres españoles en las pruebas internacionales de fondo. Con dos oros en los mundiales de maratón, el atleta soriano ha abierto este fin de semana un paréntesis a su actividad política como senador del PP -también lo es Marta Domínguez- con el objetivo de vivir de cerca cómo es la nueva maratón malagueña y hasta qué punto el circuito permite mejorar los tiempos del participante: «La clave para los próximos años es venderle a los atletas que en esta prueba se puede rebajar la marca», manifiesta.

Sólo completó la mitad del recorrido, ¿la actividad diaria al margen del deporte le ha impedido acudir en un mejor estado de forma para terminar la prueba?

El problema ha sido de otro tipo. Puedo ya garantizar que el año que viene volveré para disputarla hasta la meta, al completo. En esta ocasión, la organización me llamó un poco tarde. Así que desde el principio pactamos la opción de correr sólo media maratón. Completar los 42 kilómetros exige una preparación previa específica. La puedes terminar. Y yo la podía haber corrido al completo este domingo. Pero el problema de no prepararla con tiempo es que cabe la posibilidad de que lo pases muy mal. Se trataba además de que no deseo tener ningún tipo de lesión grave por el simple hecho de arriesgar sin planificación alguna durante las semanas anteriores.

¿Cómo se sintió en este recorrido por el litoral de la capital costasoleña?

Estoy muy contento por las sensaciones que tuve. Fueron buenas, muy positivas. Confío en poder venir como digo dentro de un año y recorrer todo el circuito completo. En esta edición hemos tenido la suerte de disfrutar de una temperatura muy buena, óptima. Fue una mañana preciosa y me gustó mucho el entorno por el que discurre la carrera.

Usted acompañó durante la media maratón que completó a la que finalmente fue la ganadora en féminas...

Sí, decidí juntarme con la mujer que iba mejor clasificada, Gemma Arenas, y ella me dijo que estaba muy contenta por el hecho de que yo la pudiera ayudar. Me dijo que le llevé el ritmo idóneo y consiguió rebajar bastante su marca personal. Nada más terminar me dijo que estaba muy satisfecha y contenta.

Alude a las buenas condiciones meteorológicas, pero el pasado año se sufrió por culpa del viento que azotaba el paseo marítimo hasta el centro urbano.

Qué duda cabe que cuando hace viento se hace muy dura una carrera como ésta. Ya me han dicho que la brisa de Levante complica mucho la competición. Pero es un aspecto que no se puede regular. La maratón es un día concreto y hay que hacerla al margen de las condiciones que haya. No cabe otra. Este año hubo suerte y fue una buena ocasión para que la gente pudiera mejorar sus marcas. De hecho muchos las han mejorado. Como el caso de la primera chica.

¿Hasta qué punto es importante que las marcas sean mejores, como escaparate para otros atletas que puedan acudir en el futuro a Málaga?

Es lo que hay que vender. Para empezar esta carrera prácticamente acaba de nacer. Son sólo tres años los que lleva funcionando. Ya desde la anterior edición a ésta ha habido un 30% más de participantes. Málaga es ciudad, por habitantes e importancia en España, como para figurar en el calendario deportivo con una gran maratón. Lo siguiente es que se desarrolla en el mes idóneo, con la temperatura idónea. Y que el circuito es rápido, muy bueno, completamente llano. Lo definitivo para consolidar esta carrera es que los corredores vean los tiempos de este año y sepan que cualquier atleta va a poder venir y a mejorar su propia marca personal. Lo demás vendrá por añadido. Estoy seguro de que esta competición será cada año más grande. Que el futuro será generoso con Málaga.