El fin de curso destapó salidas ilustres, desbandadas que se presumían evidentes al final y fugas sospechosas que darán qué hablar en los próximos días, cuando se acentúe el runrún de cada verano y las especulaciones que animan el vacío que deja el cierre de la competición.

El baile de banquillos por un lado y la falta de recursos de la mayoría de los clubes para sostener la supervivencia, han acentuado esta temporada la permisividad de los dueños. Las entidades no han tenido más remedio que abrir la mano y permitir el adiós de jugadores emblemáticos, otrora etiquetados de intransferibles destinados a culminar su carrera en la misma empresa. Hombres de club de los que cada vez quedan menos.

La marcha de Jose Mourinho no por conocida dejó de ser ruidosa. El preparador dejó el Real Madrid se manejó en su adiós en el mismo escenario en el que ha actuado en su trienio madridista. En un ambiente convulso. En pleno lío.

Ocurrió el sábado en el Santiago Bernabéu, donde tampoco dio un paso al frente. Saludó con disimulo, a destiempo y solo al fondo sur, el único lugar con una corriente favorable.

Mourinho volvió a acaparar la atención que demandaban también otras salidas. No dio opción a que Adán, el gran damnificado del jaleo de la portería, dijera adiós bajo los palos. Ni que su compatriota Ricardo Carvalho tuviera su momento de gloria.

Aunque fue Gonzalo Higuaín el que agitó después el asunto de las salidas. No por no esperada. Sino por la contundencia con la que se bajó del proyecto blanco y sus mensajes entre líneas.

Habrá más marchas en el Real Madrid igual que en el Barcelona, que solo centró su adiós en el francés Eric Abidal, que estuvo poco más de un cuarto de hora sobre el campo para recibir el 'buen viaje' de la afición. El calor que mostraron jugadores y afición hacia David Villa aventuran otro cambio de aires. También previsto. Puede que no se quede ahí.

El colombiano Radamel Falcao prefirió quedarse al margen del fragor de la competición y dejar apuntillada su partida en la víspera, con el anuncio oficial de su compromiso con el Mónaco y una rueda de prensa emotiva antes de que el balón echara a rodar en la última jornada.

El futuro del Málaga es el más espeso. Con pinta de 'cerrado por derribo' el cuadro andaluz espera a los próximos días. Manuel Pellegrini ya se dio de baja. Los jugadores desconocen el devenir del club y por si acaso empiezan a buscarse la vida. Joaquín Sánchez, pretendido por el Fiorentina, y el francés Jéremy Toulalan, y los delanteros Francisco Alarcón "Isco" y el brasileño Julio Baptista, apuntan a un posible traspaso.

Las deudas amenazan también al Sevilla y no sorprendería una fuga de sus hombres más emblemáticos. El tiempo ha dado caza a Andrés Palop, que asume su retirada a los 40 años. Jesús Navas, manteado por sus compañeros sobre el césped del Sánchez Pizjuán, habla delicias del Manchester City mientras Álvaro Negredo no niega el interés de varios clubes en contratar sus servicios.

Iago Aspas abandonó el terreno de juego de Balaídos con lágrimas en los ojos. Absorbido por la emoción de la permanencia en Primera y por su adiós al Celta.

Aunque más emotiva fue la de Juan Carlos Valerón, un clásico que deja el fútbol español después de marcar una época en el Deportivo, al que llegó en el año 2000.

El 'Flaco', uno de los jugadores de mayor talento de las últimas décadas en el fútbol español, del que se despide a los 38 años, aunque pretende seguir en activo. En otro fútbol.

No es el caso del meta Ricardo López, portero de Osasuna, el segundo futbolista más veterano en España. 41 años y 153 días. Desbancó al exvalencianista Amedeo Carboni, que jugó con 41 años y 40 días. El Santiago Bernabéu testificó su despedida.

Ernesto Valverde se marcha del Valencia con la amargura de no dejar al club en la Liga de Campeones. El futuro del veterano David Albelda también es incierto. El técnico apunta al Athletic, que no ha pensado en el argentino Marcelo Bielsa para su proyecto de futuro. Un devenir el del equipo vasco en el que no entra el atacante Fernando Llorente, seguramente el adiós más prematuro del curso. También se va Fernando Amorebieta, al fútbol inglés.

En plena agitación de banquillos emerge el serbio Miroslav Djukic, que abandona el Valladolid y apunta al Valencia. El francés Philippe Montanier, que se marcha de la Real Sociedad al Rennes tras dejarle cuarto en la Liga.

El brasileño Leo Baptistao y el goleador Francisco Medina 'Piti' tienen sus días contados en el Rayo Vallecano. Igual que Pedro León, Miguel Ángel Moyá o el marroquí Abdel Barrada. Beñat Etxebarria apunta a un destino lejano al Betis y el mexicano Giovani Dos Santos otro distante de Palma, que contemplará cómo su equipo juega el próximo año en Segunda.