El niño Sebastien de la Cruz, que generó una gran polémica por cantar el pasado martes, antes del tercer partido de las Finales de la NBA, el himno nacional vestido de charro, volvió a hacerlo hoy acompañado por el alcalde de San Antonio, el demócrata Julián Castro, y su esposa, Erica.

La primera interpretación hecha por de la Cruz, de 11 años, que fue perfecta, generó críticas en las redes sociales, así como comentarios racistas.

Se alegó una falta de respeto al país al salir el menor vestido de charro para cantar el himno nacional y hasta se insinuó que se trataba de un residente ilegal.

De la Cruz, nacido en San Antonio y quien al parecer no conoce México, es llamado en Estados Unidos ‘Charro de Oro', tras su exitosa participación, el año pasado, en el programa "America's Got Talent" de la cadena de televisión ABC.

Debió interpretar el himno en el tercer partido porque el cantante Darius Rucker, que había sido designado por la ABC, no pudo llegar a tiempo por problemas de conexión de vuelos.

La polémica surgió además en momentos en que el Senado discute una reforma migratoria, que beneficiaría a millones de indocumentados.

El alcalde de San Antonio se encargó de presentar a de la Cruz como un ejemplo para los jóvenes por su talento, y representante, no solo de los niños de San Antonio, sino todos los estadounidenses.

De la Cruz, que volvió a salir vestido de charro, esta vez todo de negro, hizo otra gran interpretación del himno y al concluir, los entrenadores de los Spurs, Gregg Popovich, y de los Heat de Miami, Erik Spoelstra, se dirigieron al centro del campo y lo felicitaron.

En la rueda de prensa previa al cuarto partido, Popovich calificó los comentarios contra De la Cruz como el resultado de la "intolerancia" y el "racismo" que todavía hay en el país, algo que no le sorprendía.

"Lo que si me sorprendió fue ver como los idiotas que escribieron los comentarios se sienten orgullosos de su ignorancia y se atreven a poner sus nombres al lado de lo que escribieron", dijo Popovich.