Ángel Guirado, la estrella paleña de la selección de Filipinas, volverá hoy a coger las maletas con destino a la tierra de origen de su madre. A unos 12.000 kilómetros de distancia le espera «con los brazos abiertos» la plantilla del Global FC, en la máxima categoría filipina. No le será fácil alejarse de nuevo de su tierra, sobre todo al haber mantenido la forma durante este verano como uno más en la disciplina del CD El Palo. Pero la falta de ofertas en Segunda B que superen los incentivos que le esperan en Asia ha sido determinante para volver a dejar atrás Málaga y toda su gente.

«Regresé la temporada pasada a Segunda B, después de completar la primera fase de la temporada en un club hindú. Y tras la experiencia en el Olímpic he sondeado el mercado, he jugado con el equipo de la AFE en un torneo europeo que por primera vez hemos conquistado para España. Pero ni siquiera de esa forma he podido localizar un destino con garantías». La realidad está por encima de los números de la máxima competición española: la Segunda B se nos muere, ante la pasividad del balompié profesional. Hasta conjuntos de países emergentes como India o Filipinas «son más responsables en los pagos y te garantizan mejor el sueldo», agrega.

Después de su experiencia de cantera en el Atlético o en el Levante, de sufrir en primera persona impagos tanto en el club de la capital valenciana, donde estuvo a punto de poder debutar en la Liga BBVA, como en el Orihuela -en ambos casos tuvo que recurrir a la denuncia para recuperar al menos parte de la deuda-, el ariete que luce en sus partidos internacionales el número 12 (como en Twitter: @12_guirado) ya se vio obligado a emigrar a Filipinas hace dos campañas.

Antes había pasado por el Estepona, en Segunda B, y empezó a jugar incluso en Tercera, en El Palo o el Ronda. Que su madre fuese filipina, en plena búsqueda mundial de talentos con doble nacionalidad, hizo que de repente su carrera profesional diese un vuelco. De una primera llamada y posterior prueba para debutar con su segunda nación, pasó pronto a convertirse en titular y luego en pieza clave en el capítulo goleador. Así llegarían hasta los anuncios en televisión. «Hay complementos, como la publicidad, que son muy atractivos». Además, en la maleta hasta lleva el sueño de clasificar a Filipinas por primera vez en la Copa de Asia. A motivación nadie le gana.