El Palo saltó ayer al césped del Ramón de Carranza sin ningún tipo de complejo. Como tenía que ser. Consciente de sus limitaciones, pero también de que el ganador del asalto tendría de premio el liderato del grupo IV -el Albacete había perdido en la víspera-. Encajó una goleada. Demasiado castigo, en un día ya inolvidable.

Unos 300 seguidores malagueños se dejaron sentir desde primera hora de la tarde en la capital gaditana. Animaron pese a lo adverso del marcador y no dejaron de disfrutar ni un instante tan especial acontecimiento. Quién sabe si tardaremos en ver años a nuestro equipo en el Carranza, era lo más repetido durante la semana. Y allí estaban, entregados a unos colores. El resultado era lo de menos, por una vez en esta Liga.

Los de Raúl Agné, sin embargo, sí eran conscientes de que tenían mucho que perder ante la auténtica sorpresa del campeonato. Sin varios de sus estiletes en la convocatoria, el planteamiento desde el pitido inicial era la búsqueda con insistencia de la meta de Mikel. Sólo ocho minutos tardó en anotar el primero Kike López. Fue a raíz de una buena acción de Juan Villar, que desde la banda derecha le puso el balón bien ajustado a su compañero.

El Palo, que en ningún momento planteó el choque con un esquema defensivo, incrementó su empuje. Eso propició el contragolpe amarillo, ayudado por las subidas de los dos laterales: Juan Carlos Ceballos y Andrés Sánchez. Así se llegó al minuto 34, en el que Kike Márquez amplió la cuenta. Otra vez con los mismos protagonistas en primera instancia. Villar centra a Kike López, que esta vez no logra rematar, y a renglón seguido aparece Márquez para batir a Mikel.

El descaro con el que comenzó El Palo tras el descanso fue destacable. Con dos dianas encajadas no renunció a buscar la remontada. Y quizás fue esa la clave para que Villar, a la contra, casi sentenciara el resultado. Era una losa demasiado pesada para que los visitantes la levantaran.

Las gradas cantaban ya el asalto al liderato del grupo IV de Segunda B. En plena fiesta lanzó el esférico Márquez al larguero, y más tarde, a apenas unos segundos de alcanzarse el minuto 90, el recién incorporado Gato cerró el tanteo. Fue a pase de Villar, convertido éste en auténtico protagonista del encuentro.