El Real Madrid y el Barcelona jugarán la final de la Supercopa tras superar con holgura y comodidad a sus respectivos rivales en las semifinales del torneo que se disputa en Vitoria. El primero en conseguir la clasificación fue el Real Madrid, que avasalló al Bilbao Basket por 100-61 en un duelo finiquitado en el segundo cuarto.

El partido estuvo parejo en el arranque mientras le aguantaron las fuerzas y el acierto anotador al conjunto vizcaíno, 25-24.

La decoración cambió en el segundo cuando los de Pablo Laso jugaron desatados y disfrutando, con Sergio Rodríguez dirigiendo y Carroll, Mirotic y Rudy ejecutando al rival con un parcial de 28-11 que les llevó al descanso con un contundente 53-35.

El equipo madrileño podrá defender mañana el título de Supercopa logrado el año pasado en la edición de Zaragoza.

El Bilbao Basket comenzó sustentado por la inspiración anotadora de Álex Mumbru y Kavaliauskas para monopolizar entre ambos los primeros catorce puntos de los de negro en ocho minutos.

Pilepic se unió a la anotación en los de Pueyo, ante un Real Madrid en el que Pablo Laso comenzó a mover el banquillo en busca del quinteto que ofreciera sus mejores prestaciones.

Encontró la referencia de Carroll y Mirotic, con nueve puntos cada uno, y llegar al minuto diez con una mínima ventaja, 25-24, tras un triple del montenegrino.

Con Rodríguez al mando, los madrileños encadenaron nueve puntos en los tres primeros minutos del segundo que abrieron brecha en el marcador, 33-24.

El base canario disfrutó sobre la pista y el Real Madrid barrió al Bilbao Basket para endosarle un escandaloso 19-5 en seis minutos que puso el abismo entre uno y otro equipo, 44-29.

No pudo frenar el Bilbao Basket el vendaval de baloncesto de un Real Madrid en racha y pleno de acierto desde el perímetro, diez triples de quince intentos, que dejó visto para sentencia el partido en el descanso, 53-35.

No salió dispuesto a bajar la intensidad el equipo blanco que llegó a un 70-44, minuto 27, tras el arranque estelar de Mirotic y un Llull inspirado desde la línea de tres puntos.

Con un demoledor 73-51 se dio paso al trámite de jugar los diez minutos finales en los que la única incógnita fue saber donde quedaba el listón de la abismal diferencia entre Real Madrid y Bilbao Basket.

Dejó claro el equipo de Laso su intención de cuajar un entrenamiento de calidad hasta el bocinazo final. Colocó un sonrojante 100-58, minuto 39, ante un Bilbao Basket desorientado, inoperante y deseando refugiarse cuanto antes en el vestuario y olvidar el varapalo en una tarde nefasta.

Victoria cómoda del Barcelona

Por su parte, el Barcelona superó con holgura y comodidad al Laboral Kutxa, 73-98. Sobre la pista quedaron patentes las dos velocidades hacia las que se encamina el baloncesto español con la brecha de potencial y calidad que se ha abierto entre Barcelona, Real Madrid y el resto de conjuntos.

Mientras le aguantaron las fuerzas a Laboral Kutxa se mantuvo a rebufo del equipo catalán los diez primeros minutos, 25-27. A partir de ese instante los de Xavi Pascual desplegaron su enorme batería de posibilidades y por la mayor variedad de recursos desequilibraron el duelo en el segundo cuarto con un 13-27 de parcial.

Un Nachbar exquisito, con 22 puntos, y Tomic, con 16, fueron la punta de lanza del equipo catalán para dominar con placidez a un Baskonia que no pudo plantar batalla más allá del minuto doce.

El empuje y garra inicial de Nocioni y Pleiss fue el antídoto con el que paliar el daño que causaron Tomic y Nachbar, 17 puntos entre ambos, cuando se adentraron en la zona baskonista en el arranque del duelo.

Ninguno de los dos logró imponer su patrón de juego y se llegó al minuto diez con una mínima renta visitante, 25-27.

El Barcelona encontró la versatilidad de Pullen para poner tierra de por medio con un brioso arranque en el segundo cuarto anotando ocho puntos seguidos, 25-35 minuto quince.

Apretó el conjunto de Pacual además las tuercas en defensa para entorpecer la fluidez anotadora de Laboral Kutxa y estabilizó la renta en una decena de puntos.

Emergió la figura del esloveno Nachbar para dictar un recital de clase y anotación, 15 puntos al descanso, que apuntaló la diferencia barcelonista en el intermedio, 38-54, ante un Baskonia que destapó sus debilidades y carencias de potencial.

No cambió el decorado en la reanudación con un Laboral Kutxa teniendo que sudar cada canasta ante un Barcelona sobrado de talento, 45-67 minuto 26, que repartía sus canastas entre su amplio arsenal aunque siguieron brillando Nachbar y Tomic.

La diferencia de 25 puntos a falta de diez minutos, 51-76, convirtió en intrascendente el último cuarto que el Barcelona se limitó a cumplir ante el empuje del Laboral Kutxa, que se esmeró en adecentar la paliza y reducir la brecha final.