El Palo ya vive uno de sus históricos sueños, militar en Segunda B con una plantilla repleta de jugadores del barrio, de esos que son capaces de redoblar esfuerzos para no desentonar ante escuadras que multiplican por diez su presupuesto. Pero en la carta a los Reyes Magos figura una nueva ilusión: estrenar tras el descanso navideño 500 nuevos asientos en el Nuevo San Ignacio.

Los dirigentes paleños confirmaron ayer a este periódico que los trabajos han comenzado a buen ritmo y «que en poco más de un mes pueda ponerse fecha a la inauguración del nuevo graderío». La Gerencia Municipal de Urbanismo anunciaba este mismo mes el inicio de unas obras que responden al magnífico comienzo liguero de los pupilos de Rafa Muñoz -aunque en las últimas semanas se hayan encajado tres traspiés consecutivos- y la «histórica respuesta de la afición malagueña, que abarrota cada dos semanas las instalaciones municipales».

El graderío principal del estadio apenas puede albergar a 700 espectadores, cifra que se consigue aumentar hasta 900 con la apertura del fondo norte para el público que opta por ver los encuentros de pie. Con las nuevas gradas, que estarán localizadas detrás de la portería que se localiza junto al acceso principal al estadio, unas 1.200 personas podrán disfrutar sentadas de los partidos del único representante malagueño en la categoría de bronce del fútbol español. Los propios encargados de dirigir los trabajos señalaban ayer que la nueva grada se construye, con un plazo de ejecución de un mes, en un solar de unos 350 metros cuadrados existente entre la reseñada portería y la vía del acceso al campo. Ese espacio está catalogado en el PGOU como vial de uso público, pero se empleará para la nueva grada «provisional» por el interés general ante un estadio que, pese a que se inauguraba con la nueva década, no fue diseñado para Segunda B. La inversión en estas obras se eleva a 150.000 euros y la adjudicataria es la empresa Conformas. Como curiosidad, este emplazamiento público está incluido en el futuro trazado de la línea del metro hasta El Palo, por lo que deberá en un futuro ser «liberado».