Pocas veces el escrutinio de 2.300 papeletas requirió dos largos días de sesudos recuentos y disputas, la presencia de un notario, un intérprete, ocho observadores de la Junta y hasta de la Policía. Pero el recuento de votos que elegirán a los 23 delegados escogidos por sufragio por el área de «Deportistas» en la Real Federación Andaluza de Golf está dando para escribir una novela. Si es de intriga, suspense o terror dependerá del desenlace de los hechos, tan inesperados como sorprendentes.

Hace más de un año se iniciaron las elecciones a la presidencia del organismo, que engloba a 51.000 federados, 140 clubes, 300 profesionales y 30 árbitros en nuestra comunidad autónoma. Ángel de la Riva, presidente del ente desde 1968, salvo en un intervalo de ocho años en el que Rafael Burgos asumió la gestión, opta a la enésima reelección, con la oposición de las dos candidaturas de Pablo Heredia y Eugenio Reviriego, que han decidido, ante la igualdad de los comicios, unir sus fuerzas para tratar de derrocar de la poltrona presidencial a De la Riva.

Las elecciones de la RFAG están, desde su nacimiento, contaminadas por argucias, impugnaciones y encontronazos que han derivado en un clima insostenible dentro de la nueva sede, en la malagueña calle Enlace, en la zona de El Limonar.

Los comicios tienen como fin escoger a los a los 60 asambleístas que elegirán al nuevo presidente y de los que ya hay designados 37. Los «Clubes y Asociaciones» disponen de 25 sillones en la asamblea, los «Profesionales» de otros seis, idéntica cifra que los «Árbitros». Ahora quedan las 23 plazas definitivas, las que decidirán el nuevo rumbo que tomará la RFAG.

En las votaciones ya efectuadas se atisba un cambio de tendencia. Mientras que los seis «Árbitros» son continuistas, tanto en los «Profesionales» como en los «Clubes» hay una mayoría que apoya el cambio y apostará en la asamblea por la gestión renovadora que aportarían Heredia y Reviriego. Aunque los 23 delegados que elijan los «Deportistas» inclinarán la balanza hacia uno y otro lado de la balanza.

Y el recuento está siendo leonino, encarnizado, llegando a límites insospechado... y más en un deporte como el golf. La votación se efectuó el sábado en la sede del organismo, aunque el censo de 15.832 personas (sólo han podido votar los que disputaron un torneo la pasada temporada) también tuvieron derecho a depositar su voto en las instalaciones de la Junta de Andalucía (Edificio Negro) o enviarlo por correo. Para realizar ambas actuaciones, los interesados debieron cumplimentar una compleja información, especialmente aquéllos que optaron por votar por correo. Éstos tuvieron que hacerlo previa comparecencia ante notario y enviarlo por correo urgente certificado.

Como quiera que ya se han producido dos votaciones anteriores, que fueron impugnadas, ahora se han tratado de tomar las medidas oportunas. La Consejería de Educación, Cultura y Deporte ha publicado una nueva norma y designó a ocho observadores para el sábado, día de comicios, y ayer hubo cuatro para velar por el recuento, que está siendo polémico.

La mesa electoral está formada por dos personas, no por cuatro. Un presidente y una secretaria. La máxima autoridad es de nacionalidad británica, por lo que se le ha asignado un traductor. A media tarde de ayer, debido a discrepancias y discusiones salidas de tono se requirió a la fuerza pública. Una vez calmados los ánimos se desató, de nuevo, la marabunta. Una interpretación en la votación por correo derivó en la petición de la intervención de un notario. El comienzo de los votos presentados debería comenzar con «Ante mí, el notario...», algo que provocó que la mesa electoral no aceptase todos aquellos que no se iniciaran de esta forma, depositándose en una urna paralela. De cualquier forma, la candidatura de De la Riva impugnó determinados votos, ya que llegaron en sobres colectivos y no de manera individualizada. Más madera.

Durante toda la jornada, de hecho, no se ha realizado el recuento de votos, simplemente se dio validez a los llegados por correo y se depositaron en la urna para el posterior recuento final. Aunque, a las 21.00 horas, sucedió el hecho más desagradable...

Un federado de Marbella votó por correo tras dar fe un notario de Sevilla. Sin embargo, este jugador se presentó en la Federación advirtiendo de que él no había votado y que ni mucho menos lo hizo a través de una notaría de la capital andaluza. Así las cosas, presentó una denuncia por suplantación y falsificación en el Juzgado de Instrucción número 7 -el que estaba de guardia- y la Policía Nacional (judicial) se personó ya por la noche en la sede para solicitar la documentación a la mesa electoral.

Volvieron a vivirse momentos de tremenda tensión, ya que el presidente, en un principio, se negó a entregar la documentación requerida por el juzgado. La fuerza pública informó de que iba a proceder a su detención por obstrucción a la autoridad, por lo que el presidente de la mesa electoral accedió a dar el voto, fechado el día 13 de noviembre en una notaría sevillana.

Está previsto que hoy se escruten los votos, a pesar de las impugnaciones. Hay tres días para presentarlas ante la comisión electoral y el posterior recurso, si procediera, ante el Comité Andaluz de Disciplina Deportiva, que tiene un mes para resolver. Después se celebraría una asamblea muy «tocada», sea quien sea el ganador, porque en estas elecciones, el gran perdedor, más allá de nombres y candidaturas, está siendo el golf.