Los nueve futbolistas detenidos por los incidentes violentos ocurridos durante el partido entre los equipos uruguayos de Nacional y Peñarol declaran hoy ante la justicia y podrían ser procesados con penas de prisión.

Los jugadores, detenidos el martes, pasaron la noche en dependencias policiales, y fueron separados en habitaciones diferentes para evitar que continuase la trifulca entre ellos.

Además, hoy fueron citados a declarar dos futbolistas más, uno de Peñarol y otro de Nacional, según recogió el diario El País.

Los detenidos prestan declaración en el Juzgado Penal nº 9 de Montevideo desde primera hora de la mañana, y los abogados de los respectivos clubes no descartan que el interrogatorio se prolongue durante toda la jornada.

Los arrestados podrían ser castigados con una pena de prisión de entre 3 y 24 meses.

"Lo lógico sería un procesamiento sin prisión, pero eso se decantará luego de que actúe la Justicia", expresó el abogado defensor de los detenidos del club Nacional, Alejandro Balbi, a una radio local.

Por su parte, el gerente deportivo de Peñarol, Carlos Sánchez, calificó los incidentes de "simple pelea", y afirmó que era "una exageración" que los jugadores debiesen comparecer ante la Justicia por estos hechos, según declaró al diario El Observador.

El subsecretario del Ministerio de Turismo y Deporte de Uruguay, Antonio Carámbula, expresó en su cuenta de Twitter su deseo de que "las Directivas de Nacional y Peñarol apliquen sanciones contra los responsables del bochorno que se vivió en el clásico", en referencia a los incidentes.

Carámbula, que en su perfil en la red social se define como 'bolso' o seguidor de Nacional, manifestó que "el combate contra la violencia en el Deporte implica un largo camino a recorrer", y lamentó que durante el partido "se retrocedieran varios pasos".

La ministra de Turismo y Deporte de Uruguay, Liliám Kechichián, también calificó de "bochornoso" el "espectáculo dado por algunos jugadores de Peñarol y Nacional" durante el partido, y señaló a través de Twitter que el ministerio que preside "acompaña la denuncia que realizó Interior" ante estos hechos.

Los árbitros que controlaban el encuentro responsabilizaron de la pelea a los cuatro futbolistas que fueron expulsados de la cancha durante el partido, dos por cada equipo.

Los incidentes se originaron a falta de diez minutos para el final del partido que disputaron el lunes ambos clubes, en las semifinales de uno de los tradicionales torneos veraniegos de preparación para la temporada.

Nacional se había impuesto a Peñarol, y el encuentro había discurrido con normalidad hasta que Carlos Núñez, del conjunto aurinegro, le propinó una dura patada a Guillermo de los Santos, del equipo rival.

Varios jugadores reaccionaron y se organizó una batalla campal sobre el terreno de juego, en la que, según se vio por televisión, los jugadores de Peñarol llevaron la voz cantante en las agresiones a sus rivales, particularmente el veterano Fabián Estoyanoff.