El deporte en España y, por ende, en Málaga, va a cambiar drásticamente a partir del próximo mes de noviembre. Muchos clubes se verán abocados a la desaparición, monitores y voluntarios tendrán que bajar sus ya bajas dietas o pagos en kilometraje y, lo que es peor, muchos niños de familias con recursos limitados tendrán que dejar de jugar federados. A partir del próximo 3 de noviembre, el Ministerio de Empleo y Seguridad Social va a iniciar una campaña para sancionar a todos aquellos clubes y equipos que no tengan dados de alta en la seguridad social a jugadores, voluntarios, colaboradores o monitores que reciban una remuneración periódica por realizar algún tipo de actividad en la entidad.

El Consejo Superior de Deportes reunió a los diversos responsables de las comunidades autónomas el pasado 31 de julio y ayer mandatarios de la Junta de Andalucía se citaron en el IAD de Carranque con responsables de federaciones y clubes. Ignacio Rodríguez, secretario general para el Deporte; y Rafael Granados, dirección general de Actividades y Promoción del Deporte, comunicaron la nueva disposición del Gobierno, que quiere crear empleo temporal y regularizar una situación compleja que, hasta ahora, se ha mantenido en la inmensa mayoría de entidades deportivas sin ánimo de lucro.

El fin mismo de la normativa, en pleno año electoral, parece dirigirse a la creación de empleo temporal y a desenterrar parte de la economía sumergida y dinero negro. Aunque se trata, ciertamente, de una polémica normativa que podría acabar con la viabilidad de muchísimos clubes malagueños.

Algunos ejemplos. Una escuela deportiva de fútbol con 15 monitores que adiestran dos horas por semana a 15 equipos de fútbol base y que juegan los sábados o domingos deberá darles de alta en la Seguridad Social, tendrá que comenzar cotizar por ellos y los monitores tendrán que declarar sus ganancias, que en muchos casos no llegan a 100 euros mensuales en concepto de kilometraje o dieta, a Hacienda. Ese club deberá regularizar su situación porque las inspecciones serán leoninas a partir de noviembre. La cuestión es que, si ahora sobreviven con dificultad, ¿cómo lo harán ahora?

Los clubes se alimentan de las cuotas de los jugadores (padres), de patrocinios de empresas privadas y de subvenciones públicas. ¿Cómo afrontar ahora el gasto extra que se les viene encima? Y no sólo a Hacienda y a la Seguridad Social, sino a profesionales del sector (asesorías) que tendrán que preparar la declaración de impuestos, rellenar epígrafes, dar de alta y de baja... Una situación realmente compleja e inverosímil.

Desde luego, el ambiente entre los más de 150 asistentes a la reunión, de la que La Opinión tuvo conocimiento, era muy pesimista. Responsables de fútbol, baloncesto, kárate, balonmano, atletismo... Caras largas, rostros serios y muchas, muchísimas dudas.

También deberán ser dados de alta los árbitros de categorías locales, comarcales o provinciales que ahora cobran, en algunos casos, ocho, 10 ó 15 euros por partido dirigido. Luego ellos tendrán que declarar esos ingresos.

Se avecina una tormenta de complejísima resolución. Los responsables de la Junta de Andalucía hablaron ayer de tratar de realizar alguna modificación en la recién redactada Ley del Deporte Andaluz, a través de la Ley del Voluntariado. Pero el Gobierno está por encima y se antoja complejo que pueda haber «ayudas».

La nueva normativa provocará que muchos responsables de clubes tiren definitivamente la toalla ante las posibles sanciones que se le podrían avecinar de no cumplir con la legislación. Otros, se verán abocados a subir las cuotas de los niños para así pagar la Seguridad Social de los monitores, con lo que las familias sin suficientes recursos podrían verse obligadas a retirar a sus hijos de la actividad deportiva. Y quizá se le pida a los monitores que rebajen su bajísima ayuda para costear los gastos en la Seguridad Social y en Hacienda.

Los equipos no profesionales, de fútbol en Tercera División o categorías inferiores; equipos de básket de EBA o Primera Nacional; de balonmano, voleibol... Todos aquellos que abonan regularmente una remuneración económica por ejercer una actividad deberán también dar de altas a sus deportistas. Esas primas por ganar partidos, los gastos por kilometraje o dietas... todo, absolutamente todo, ha de ser declarado a partir de ahora, según el Ministerio de Empleo y Seguridad Social. ¿Pueden las débiles arcas de los clubes de la provincia de Málaga permitirse este lujo? La respuesta parece evidente y por eso ayer en la reunión, que se inició pasadas las 18.00 horas y se acabó bien entrada ya la noche, cundía el desánimo más absoluto, según las opiniones que pudo recabar este periódico a última hora de anoche.

Hay una preocupación tremenda porque el deporte base y aficionado, tal y como lo conocemos hasta ahora, podría desaparecer o cambiar drásticamente a partir del mes de noviembre.