Lara Arias Urueña es por ahora una auténtica desconocida en Málaga. Pero apunten su nombre: en ocho días ha competido y ganado con su nueva camiseta, el celeste de los «jureles» del Club de Atletismo Cueva de Nerja-UMA, dos de las pruebas de cross más reputadas del calendario andaluz. Todavía sonríe esta zamorana de 24 años de edad al recordar cómo le explicaba a su madre que en entre las dos carreras ha recibido como parte del premio cerca de 60 litros de aceite de oliva.

No obstante, aunque pueda parecerlo, no llegó hasta la Costa del Sol ni por enfundarse una de las elásticas más conocidas del atletismo español ni por hacer acopio del «oro líquido» que en nuestra tierra va ligado a ese oro metálico de los más veloces fondistas. A finales de octubre eligió Málaga como lugar de residencia por el golf: «Después de estudiar Ingeniería Técnica Forestal en Palencia y de escoger como especialización el Máster en Dirección de Mantenimiento de Campos de Golf y Fútbol que se imparte en EADE».

Lara recuerda cómo de frenéticos fueron sus últimos días de octubre. «Hasta el 19 de octubre me encontraba trabajando en León y decidí trasladarme el 23 a Málaga, al ver que empezaba las clases el 24. Mi fichaje por el Nerja tuve que hacerlo por teléfono. Les mandé un email y rápidamente me contestaron, porque encima el 31 de octubre terminaba el plazo para inscribirme de cara a esta temporada».

Se trata de un aspecto significativo, si se tiene en cuenta que la zamorana será uno de los refuerzos más significativos en una campaña en la que el club malagueño aspira a mantenerse entre los diez mejores de España en la máxima categoría, la División de Honor, en hombres y también en féminas. «Recuerdo que en mi primer día en la ciudad ya fui a ver las pistas. Lo que más me sorprendió es cómo se trabaja aquí con la cantera. Que el atletismo mueva a tantos niños», remarca.

Lara Arias se identifica con esas futuras estrellas del atletismo provincial. «Una de las cosas que más me sorprende es lo mucho que la gente anima aquí. Durante la carrera en Álora o, la semana pasada, en el Cross del Aceite de Torredonjimeno, me sentí muy arropada». Subraya ese primer triunfo, en tierras jienenses, «porque además de ser la primera carrera con mi nuevo club, se trataba de inscribir mi nombre en un palmarés en el que figuran nombres míticos como el de la palentina Marta Domínguez», argumenta.

Desde las siete de la mañana Detrás de estos primeros oros en Andalucía, no obstante, se esconden unas jornadas de trabajo verdaderamente maratonianas. Lara Arias ha elegido una especialidad eminentemente práctica, con 900 horas de tareas de mantenimiento en los campos de golf y otras 300 teóricas. Así llega a diario a las siete de la mañana a las instalaciones del Guadalhorce, desde su lugar de residencia en Carranque -cerca de las pistas donde entrena-, y hasta las tres de la tarde permanece entregada a su formación como futura greenkeeper -cuidadora de césped, si traducimos literalmente su especialidad-.

Después de reponer fuerzas y de descansar durante «poco más de una hora», la que llegó a ser hace un par de temporadas subcampeona universitaria de España se enfunda la ropa de entrenamiento y a las siete de la tarde inicia sus sesiones. «Lo que peor llevo son días como el miércoles, que por la lluvia hizo que tuviésemos que acondicionar los 77 bunkers del campo. Llegué con un terrible dolor de lumbares de tanto pasar el rastrillo, pero eso no impidió que fuese a entrenar», recuerda.

Explica asimismo que en su especialidad es la única mujer de un total de 15 alumnos. «Por eso me dijeron desde el primer día que me mantuviese firme, porque no será fácil para mí tener hombres a mis órdenes», matiza. No obstante, su perfil no es el de una «sargento de hierro», al contrario, sus compañeros dicen que es a diario la que aporta «la primera sonrisa del día».

De momento también empieza a adaptarse, en su nueva vida en la Costa del Sol, a tener entrenador a distancia: «desde este verano tengo a Guillermo García conmigo y seguirá desde León guiando mi preparación». Con él aspira a mejorar marcas para alcanzar la elite nacional del 3.000 obstáculos.