La jugadora de balonmano malagueña Marta López atendió a La Opinión de Málaga en el regreso a su tierra para disputar un torneo preparatorio para el próximo Europeo junto a la selección española femenina. El objetivo de la costasoleña es triunfar en su actual equipo, el Fleury francés, y asentarse con el combinado nacional para repetir medalla en Río 2016.

En primer lugar, para los que no la conozcan, ¿qué puede contar Marta López de sí misma? ¿Cómo es dentro y fuera de la cancha?

Bueno, a lo largo de mi carrera he pasado por equipos como el Fuengirola y ahora ya soy una «guerrera» y juego en Francia. Como siempre digo, tengo mucho carácter aunque parezca que estoy muy tranquila. Siempre estoy al 100%.

Tuvo que marcharse fuera del pais para crecer. ¿Le vino bien el traslado a Francia?

Me vino muy bien el cambio. He crecido como jugadora, me he asentado en la selección. Necesitaba ese cambio para jugar en Europa y no tengo ninguna queja. De momento espero terminar este año y el próximo al menos que termino contrato aquí. Mi objetivo siempre ha sido ése. Estar con las guerreras y llegar a la selección. El cambio me vino muy bien, en muy buen momento.

¿Cómo fue su adaptación en Francia? ¿Le costó el primer año integrarse?

El primer año no fue tampoco muy difícil. Las cosas en España no estaban bien y era un poco obligatorio irme de aquí. Fue menos duro de lo esperado porque me fui con algunas compañeras con las que comparto selección. Eso me ayudó mucho. Al principio me costó un poco más, pero sobre todo porque la liga es allí más dura. Aún así, pude adaptarme bien.

Tiene que ser duro ver que es obligatorio marcharse de tu país para progresar como jugadora...

Pues sí. Es una pena no poder estar en España. Llegó la crisis en un mal momento. Estábamos creciendo mucho el balonmano femenino y se vino todo abajo por tema de patrocinadores y demás. Siempre he tenido claro desde pequeña que quería ir al extranjero. ¿A quien no le gustaría estar jugando en tu país? No es fácil, es cambiar todo, no ver a la familia...

¿Por qué no se invierte lo suficiente pese a que tanto el balonmano masculino como el femenino son potencias mundiales?

Todo el mundo sabe que España es un país de fútbol. Deportes individuales como el tenis se han desarrollado gracias a Nadal, o la natación con Mireia. Creo que es por desconocimiento. El balonmano es muy entretenido. La gente no está acostumbrada. No se le da mucha publicidad.

Cambiando de tema. ¿Ha podido ver algo de las «guerreras» del Clínicas Rincón Costa del Sol este año?

No he podido ver nada porque bajo poco a España, pero por redes sociales las sigo. Están en un momento complicado. Ahora con los streaming que han puesto es más fácil seguir algún partido.

Y ahora, vuelta a casa para poder disputar un torneo con la selección. ¿Tenía ganas?

Es un plus jugar en casa. Afrontamos este torneo para preparar el mi primer Europeo. En el anterior me quede fuera por lesión hace dos años. El poder hacer bien la preparación con las guerreras, y rodeada de los míos, es muy positivo. Además jugando en un pabellón en el que jugué hace siete años.

Es un privilegio formar parte de la selección y más habiendo logrado una medalla olímpica. ¿Qué sintió encima del podio?

Nos llevamos el bronce, pero la sensación nunca puede ser del todo buena, porque llegué por la lesión de una compañera. No era como quería, pero la experiencia es inolvidable. Es lo máximo.

La ilusión ahora, ¿volver a repetirlo en Río 2016?

Espero que podamos repetirlo en Río. Se han retirado algunas jugadores y la gente ve que puede ser más complicado. Las «guerreras» tenemos este nombre por algo. Somos muy trabajadoras y esto empieza desde este Europeo, que te da la clasificación para el Mundial y los Juegos Olímpicos de Río o para que todo sea más fácil para el preolímpico.