El Centro de Deportes El Palo no pudo conseguir en La Condomina la primera victoria del año, después de medirse al campeón de invierno, el UCAM Murcia, con muchos menos complejos de los imaginables. La solidez de la escuadra que lidera la clasificación fue suficiente para frenar a los pupilos de Rafa Muñoz, combinada con el acierto en ataque en sendas ocasiones que concluyeron con el balón alojado en las mallas defendidas por los malagueños.
El cuadro costasoleño volvió a salir valiente, como siempre en esta temporada liguera. Desde el pitido inicial se mostró seguro de poder buscar el ataque. De hecho, fue el dueño del balón en los primeros compases, sorprendiendo a un conjunto local que se limitaba por entonces a buscar su mejor situación posible sobre el tapiz de La Condomina.
Pero en una primera parte en la que apenas hubo ocasiones claras, los locales lograron darle una mayor profundidad a sus acciones al llegar el minuto diez de juego. Fue en ese tramo cuando el UCAM se adelantó por medio de Javi Gómez, que se encargó de rematar de manera excelente un gran centro al área. La estirada de Pol no impidió que el esférico atravesara el arco, como auténtico mazazo para lo visto hasta entonces.
Los pupilos de Rafa Muñoz optaron ahí por replegarse para intentar rearmarse e intentar hacer algo más de daño al contragolpe. Con menos posesión, pero con más ocasiones, los paleños se acercarían con peligro a la portería de Escalona. Al descanso se llegaría con la mínima ventaja del UCAM Murcia, por lo que la incertidumbre se mantendría abierta para la segunda mitad.
El primer contratiempo de este periodo sería el adiós prematuro a Antonio Muñoz, que lesionado tuvo que dejar su sitio a Rafita. Se produjo entonces una primera acción polémica, con un gol anulado a los locales, al tiempo que los paleños gozarían de la mejor ocasión para empatar. Fue de falta directa, lanzada por Marín. Escalona tuvo que protagonizar una impresionante parada para evitar el gol.
Sólo unos minutos después vio la segunda amarilla el visitante Durán. Y, al contragolpe, Hugo Díaz, batiría instantes más tarde y a placer a Pol. Desde ahí lo único reseñable fue la expulsión ya en el descuento de Pirulo -roja directa-.
