Moli, el mítico entrenador del conjunto malagueño, está hoy ante el gran partido de su carrera deportiva. Para él, toda la situación que está viviendo su equipo es un gran sueño. «Nadie hubiera dado nada por nosotros a principio de temporada y ahora somos el equipo a seguir, estoy muy orgulloso de los chicos», explica Moli. Para el míster, el mayor logro ha sido crear un grupo tan unido, donde cada entrenamiento y en cada partido se refleja el compañerismo y el buen hacer de sus jugadores, que para él, es más importante que los resultados. Ahora está ante su gran final, un último partido que puede rendirle homenaje y recompensarle por tantos años dedicados al conjunto antequerano. Este posible ascenso no sería posible sin él, sin el respeto y la confianza que imprime a sus jugadores, y por todo lo representa dentro de la pista. Moli, un sabio del fútbol sala, y sin duda, mejor persona.