El gol anulado a Fernando Morientes en el España-Corea del Sur los cuartos de final del Mundial de Corea y Japón de 2002 vuelve a la palestra con una información del diario italiano 'Corriere dello Sport' titulada "¡Manejaban el Mundial!" que apunta a amaños en partidos del torneo a favor de Corea.

Tras la detención el pasado miércoles de siete dirigentes de la FIFA en Zúrich, Suiza, bajo cargos de corrupción a solicitud de una fiscalía de Nueva York, el diario explica que "el mecanismo era complejo" y la FIFA pretendía "garantizar a la nación anfitriona un camino privilegiado".

En ese Mundial de 2002 España perdió contra Corea por penaltis tras ver anulados dos goles por el árbitro egipcio Gamal Ghandur en un gesto que hizo a la prensa nacional e internacional hablar de "escándalo arbitral" y pedir una necesaria "limpieza del Mundial"

"Los italianos siempre habíamos esperado lo peor posible del presidente de la FIFA, Joseph Blatter: habíamos denunciado el complot en el campo, ahora las indagaciones del FBI demuestran que la FIFA iba mucho, mucho más allá", publica el periódico deportivo italiano.

Además de a la FIFA, acusa en concreto al ecuatoriano Byron Moreno, quien arbitró el encuentro entre la selección italiana y la coreana, de detener la carrera de la Azzurra contra Corea del Sur "con un conjunto de tarjetas rojas, faltas no vistas y goles anulados" en un partido que terminó con un 1-2.

Denuncia que el exárbitro y comentarista de fútbol ecuatoriano, posteriormente condenado a 30 meses en prisión por un caso de narcotráfico ocurrido en 2010, formó parte de lo que califica como "una estafa" dentro del escándalo de corrupción de la FIFA.

Pero si Italia tuvo motivos para quejarse, la selección española guarda un recuerdo especialmente amargo de aquella competición, en la que le tocó medirse a Corea del Sur en los cuartos de final. El arbitraje del egipcio Gamal Al-Ghandour, elegido para dirigir el partido por el trinitense Jack Warner, uno de los arrestados ahora, soliviantó a conjunto nacional. Las quejas se centraron en el árbitro especialmente tras anular un gol a Morientes a instancias de su juez de línea, también de Trinidad y Tobago, como Warner, por considerar que el centro de Joaquín había salido por la línea de fondo.

El partido finalizó con el resultado de 0-0 y España quedó eliminada en los penaltis.