«Hay unos intereses económicos tan brutales que hacen que esas instituciones estén marcadas por la endogamia», denuncia Alberto Palomar, con la misma contundencia que critica los actuales sistemas antidopaje que convierten a los atletas en «esclavos» pendientes de controles aleatorios a cualquier hora, incluso de la noche, durante los 365 días del año. «¿Por qué tiene que saber nadie con quién duerme un deportista?», se pregunta sin salir de asombro.

Profesor Palomar, Estados Unidos acaba de ordenar la detención de dirigentes de la FIFA acusados de corrupción, asociación delictiva y blanqueo de capitales. ¿Tan corrupto es el mundo del fútbol?

Esas detenciones demuestran que en este mundo hace falta aplicar de una vez por todas criterios de buen gobierno y de responsabilidad social que no han existido hasta el momento. Las instituciones deportivas padecen una endogamia comprensible porque no han formado parte de una cultura abierta. No hay que olvidar que en el fútbol hay intereses económicos brutales y demoledores que hacen que esas élites tiendan a esa endogamia.

La UEFA está perfeccionando su sistema antidopaje para la Eurocopa de 2016. ¿Cómo es posible que estemos aún casi en pañales en la lucha contra la droga en el deporte?

Lo que existen ahora son dos tesis: la de los que quieren perfeccionar el sistema antidopaje vigente y la otra, del Comité Olímpico Internacional (COI), que busca sistemas alternativos y centrados en bases científicas más rigurosas.

¿Qué propuesta prefiere usted?

En el Comité Olímpico Español (COE) impulsamos desde hace un año un sistema avalado por grandes científicos, hospitales, fundaciones y universidades centrados en la célula blanca y no en la roja, que es la que ahora se analiza para saber si un deportista se ha dopado. Los análisis sobre la célula blanca se hacen sobre el sistema inmunológico, son más fiables porque dejan huella permanente y evitan todas las molestias actuales de localización, presencia y controles en la noche que tienen que soportar los deportistas.

¿Tan molestos son esos controles?

Exigen estar localizado 365 días al año y 24 horas cada día además de tener una hora de presencia obligatoria en un lugar. Eso es la mayor obligación que se le impone a un ser humano en condiciones de libertad. No hay nadie que por el hecho de ir a trabajar tenga que decir dónde está todos los días del año. Rafael Nadal se queja de eso y de las afecciones a la intimidad de los controles nocturnos que consisten en llamar a la puerta de la habitación y llevarte al baño. ¿Por qué tiene que saber nadie con quién duerme un deportista?

¿Por qué la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) mantiene al sistema español antidoping bajo la lupa y a la Administración española en la lista de las más permisivas a la hora de controlar la limpieza en el deporte?

No creo que nosotros seamos más tramposos, el problema es que tenemos un pasado marcado por macro operaciones policiales antidoping no siempre bien meditadas. En el antidopaje español ha habido mucho ruido y pocas nueces y eso hace que el resto del mundo nos vea como alguien poco serio.

¿Por qué en España cuesta tanto castigar a los deportistas por dopaje?

En los países garantistas, como son España, Francia e Italia, cuesta bastante actuar en numerosas ocasiones porque todo el dopaje gira sobre afecciones a la libertad y a la intimidad. Es mucho más fácil pillar a un dopado en países de corte anglosajón que en naciones garantistas.

Defíname por favor el «caso Contador».

Es el ejemplo perfecto de un fracaso. Lo que se le descubre a Contador es una cantidad de clembuterol que no mejora su rendimiento y pudo ser por una ingesta de carne en mal estado. Sin embargo, el clembuterol puede ser enmascarante de otra sustancia. Es un fracaso el tener que sancionar por un enmascarante porque no eres capaz de detectar la sustancia que se tomó para mejorar el rendimiento. En los primeros años de la lucha contra el dopaje, las pastillas anticonceptivas eran un enmascarante, pero no puedes condicionar la libertad de una mujer por tu incapacidad para detectar una sustancia dopante.

Lo cierto es que la mayor parte de las sustancias que se prohíben en el deporte salvan vidas, ¿no?

Esa es la diferencia entre el dopaje y la droga. La droga no tiene en principio ningún efecto beneficioso y el dopaje está construido sobre sustancias que salvan vidas y que tomamos todos los días. El problema no es la sustancia, sino el uso. Hay por lo tanto que investigar y delimitar qué mejora, y en qué cantidades, el rendimiento.

¿El gran negocio del fútbol es una actividad económica opaca?

El fútbol, desde luego, no es una actividad transparente. Hemos mejorado mucho en la gestión del deporte y cada vez cuenta con más profesionales, pero hace falta más profesionalidad.

¿Es partidario de que los fondos de inversión participen en los derechos federativos de los jugadores?

Lo que no soy partidario en absoluto es de lo que ha hecho la FIFA, que es prohibirlos. No creo que un agente económico que se llama FIFA tenga capacidad de decirle a otro operador económico que no puede participar en su campo. Por la misma razón, la FIFA podría vetar la financiación de los bancos a los clubes.

¿Qué propone usted?

Que sea público el operador y pública la operación. De todas formas, los grandes fondos se espantarían si pensasen que alguien les iba a utilizar para manipular una operación deportiva. Su criterio es el de ganar dinero, no alterar una competición. El conflicto es lo que menos le gusta a un inversor.

¿No es el fichaje de Neymar por el Barca un buen ejemplo de artificiosidad en las relaciones laborales y de complejidad endiablada para evitar pagar impuestos en España?

Es un mal ejemplo de una construcción artificial de una relación laboral. Hay hasta 11 relaciones cruzadas con un deportista para pagarle un determinado sueldo. Lo que habría que hacer con los deportistas es pagarles lo que valen, tributarlo y acabar con estos chanchullos. ¿Cómo puede ser Neymar al mismo tiempo jugador del Barcelona y ojeador en Brasil? El problema es que por eludir la fiscalidad, en vez de hacer un contrato bien, se hicieron 11, algunos de los cuales no tributan en España.

¿Invertir en un menor futbolista es ahora como invertir en un valor bursátil?

Sí. Invertir en un futbolista es como invertir en un valor bursátil. No obstante, predecir el éxito de un chaval es muy complicado porque esta es una actividad muy marcada por las lesiones. Cada vez hay más personas preparadas para predecir el éxito de un futbolista que empieza. Desde luego que el que haya traspasado a Neymar o a Ronaldo llevándose el 10 por ciento de la operación ha hecho el negocio de su vida. Es un valor bursátil, pero un valor un poco más inseguro que invertir en banca o en eléctricas.

¿El futbolista tiende a convertirse en una mercancía?

Es un elemento importante de la actividad económica y eso tiene que estar compensado con avances en el diálogo social, en sus derechos sociales, en su actividad sindical y en la mejora de contratos.

¡No me diga que los futbolistas están explotados!

Hay poca cultura de las relaciones laborales dentro del futbol. Hay poca cultura sindical y del pacto. Lo que prima en el futbol es la negociación con la estrella. Los contratos se negocian entre el artista y la empresa dejando de lado al resto de los deportistas.

¿Es constitucional lo que ha hecho la Audiencia Nacional al declarar ilegal la huelga de los futbolistas españoles?

De momento, la Audiencia Nacional ha declarado ilegal la huelga convocada por la Asociación de Futbolistas Españoles. Es la primera medida cautelar en este sentido en la historia de España porque no olvidemos que el derecho a la huelga está reconocido en nuestra Constitución.

¿Son los derechos de algunos grandes clubes sobre las canteras de futbolistas menores una nueva forma de esclavitud por los contratos y cláusulas que firman y condicionan su futuro?

Sí. Los chiquillos no pueden estar sometidos a cláusulas desorbitantes y ya lo ha dicho la Justicia, pero nadie ha hecho caso.

¿Se ha creado una nueva casta en el fútbol con los clubes más poderosos?

Eso ha existido siempre.