Quédense con este nombre: Mar Solís. La triatleta del Real Club Mediterráneo, todavía en edad cadete, pisa fuerte en su disciplina deportiva y con 17 años recién cumplidos parece decidida a convertirse en un referente en el futuro inmediato de este deporte.

Mar, natural de Rincón de la Victoria, trabaja duro cada día en las instalaciones del Real Club Mediterráneo de la mano de su entrenador, Pablo Iglesias. «Me gusta mucho ir a entrenar. Llegué al RC Mediterráneo gracias a Victoriano Raso, que me ayudó mucho a mejorar en natación, la disciplina que peor llevo de mi deporte», dice.

Solís, que ha estudiado este pasado curso 1º de Bachillerato en el IES Bezmiliana de la localidad rinconera, tiene un ritmo de vida muy sacrificado para poder compaginar sus estudios con el triatlón. «Mi madre es la que me lleva y me trae a Málaga. Gracias a ella y a mi padre, que sale conmigo a hacer bicicleta, es como puedo hacerlo todo. Durante el curso me paso la mañana en el instituto. Salgo a las 3 de la tarde y a partir de ahí: comer, estudiar y entrenar, todo casi seguido. Normalmente no llego a casa hasta las 10 de la noche», asegura la triatleta de 17 años que, eso sí, sabe organizarse bien y aclara que tiene tiempo «para todo», incluyendo salir con sus amigos.

Tras 7 años practicando triatlón sprint y supersprint, la pasada semana le llegó la llamada de la Federación Española para participar en una concentración en Valladolid con otros 21 triatletas más de todo el país, de categorías cadete y júnior, una experiencia que le ha hecho especial ilusión a la rinconera. «Era la primera vez que me llamaban para una concentración de este tipo. El año pasado me quedé a las puertas de ir a la Blume. Era la primera reserva, pero no «falló» nadie y no pude ir», recuerda con pena.

La deportista axárquica está en la órbita de la Federación gracias a sus logros deportivos de estos últimos tiempos. «El año pasado fui bronce andaluz absoluto en Pulpí (Almería). Me salió la carrera de mi vida. También he participado en dos Copas de Europa júnior a pesar de ser todavía cadete hasta el próximo 1 de enero. También fui a las Series Nacionales de Madrid, una prueba que es una especie de Campeonato de España», apuntó.

Solís ha regresado de Valladolid muy feliz por la experiencia vivida. «He aprendido mucho con el resto de triatletas. Las instalaciones son increíbles. Me gustaría en el futuro poder trabajar allí. Estoy segura de que podría mejorar mucho. Todo son facilidades».

La triatleta de Rincón ha aprovechado el tiempo en tierras pucelanas. «Hemos entrenado mucho viendo los fallos técnicos de cada uno. Hemos hecho muchos tests. También entrenos grupales que nos han venido muy bien porque no solemos tener esa opción en nuestros respectivos clubes», asegura.

Tras tres años en la disciplina del Real Club Mediterráneo, Mar Solís aguarda ahora la llamada de la Federación para recibir una beca que le permita seguir su trayectoria deportiva en el Centro de Tecnificación Deportiva de Triatlón Río Esgueva de Valladolid. El seleccionador, Rubén de la Fuente, se ha quedado «prendado» de ella y quiere tenerla a su lado para que siga progresando bajo su supervisión.

«Estoy esperando la confirmación de la Federación para recibir la beca e irme a Valladolid. Me da pena dejar a mi entrenador y el RC Mediterráneo, pero es una gran oportunidad para mí que tengo que aprovechar. Creo que puedo mejorar mucho allí», finalizó.