Llega el momento de Borja Vivas. El lanzador malagueño ya se encuentra en Pekín para disputar su cuarto Mundial con un objetivo claro: llegar a la final y dar guerra. Los problemas físicos de las últimas semanas lo han mermado, pero Vivas llega más hecho y con más moral que en sus anteriores ediciones. Es decir, que espera superar el corte para final, algo que nunca ha hecho hasta ahora, y espera estar en la pomada...

Siempre y cuando la espalda le respete.

Borja lanzará en la madrugada del domingo por vez primera y espera seguir compitiendo. En el último Mundial, en 2013, Borja acabó 23º con un lanzamiento de 18,97 y el corte estuvo en 19,76. Sus últimos registros invitan al optimismo, pero una gran cita no esconde las dificultades y las adversidades. Hay que recordar que Vivas aún lucha por sacarse un billete para los Juegos de Río 2016. Si el atleta consigue un lanzamiento igual o superior a los 20,50, estará en Brasil el próximo año.

Opciones nacionales

La saltadora de altura Ruth Beitia y el marchador Miguel Ángel López, mejores atletas españoles los tres últimos años, volverán a ser en Pekín las mejores bazas del equipo en los Campeonatos del Mundo, en los que el atletismo español aspira a confirmar su recuperación ante un elenco de figuras como el velocista jamaicano Usain Bolt, el pertigista francés Renaud Lavillenie o la etiope Genzebe Dibaba.

La cántabra y el murciano fueron, precisamente, los dos únicos medallistas españoles en la edición anterior, hace dos años en Moscú, -ambos de bronce- y han prolongado dos años más su posición hegemónica en el atletismo español, que no ha faltado a su cita con el podio en los catorce campeonatos anteriores.

El récord de metales, cinco, en Stuttgart'93, Atenas'97 y París 2003, parece claramente fuera del alcance de la selección actual, formada por 41 atletas, 26 hombres y 15 mujeres, después de las bajas por lesión de Eusebio Cáceres (longitud) y Diana Martín (3.000 m obstáculos).

Beitia, de 36 años, compartirá la capitanía del equipo con el eterno marchador Jesús Ángel García Bragado, de 45, que batirá el récord mundial absoluto de participaciones en Mundiales, con la duodécima. Curiosamente, su mejor resultado, la medalla de oro, data de su debut, hace 22 años en Stuttgart.

La cántabra llega a Pekín instalada en el segundo lugar del ránking mundial con 2 metros, a sólo dos centímetros de su récord nacional, sólo superada por la campeona olímpica, la rusa Anna Chicherova, una atleta de 2,07 que encabeza la lista con 2,03. «No me conformo con nada», dijo Ruth en vísperas del viaje.

López, campeón de Europa en ejercicio, afronta el reto de repetir podio desde una relativamente modesta octava posición en el ránking de 20 kilómetros marcha, por detrás de siete asiáticos, aunque en esta especialidad la marca no es lo más importante, y el murciano acostumbra a superarse.

El director técnico, Ramón Cid, consideró que «llevar a un equipo de 41 ya es un exitazo» y que a los atletas que van a Pekín «nadie les ha regalado nada porque las mínimas de la IAAF son duras y la Federación Española endureció las de maratón y marcha».

El presidente, José María Odriozola, nuevo tesorero de la IAAF, suscribió el comentario de Cid y apuntó a una cifra de diez finalistas, «con alguno de ellos luchando por las medallas».

«Nos faltan más figuras, pero tenemos un nivel medio más alto que en años precedentes, lo que pasa es que en España lo que venden son las medallas y bastante menos los finalistas», dice.