El capitán Carlos Mira, mitad emocionado, mitad eufórico, levantaba el título de campeón de la fase de ascenso a la División de Honor, ahora Liga Asobal. En Teruel, tras derrotar al Ciudad Naranco, Maristas, con un equipo repleto de chavales formados en la cantera, conseguía el ansiado premio. Era la temporada 1989/90.

A partir de aquí, el balonmano malagueño vivió un lustro irrepetible en la elite. Feliciano García-Recio Yébenes apostó por un conjunto con predominio de la cantera, aunque reforzado con extranjeros. Los primeros en llegar fueron el ruso Prazolov y el belga Svele, «cortado» a mitad de temporada. En el partido inicial en División de Honor, Maristas se enfrentó a Caja Madrid. Tras caer goleado en la cancha madrileña, los costasoleños lograron su primera victoria, en la pista del propio colegio, ante Michelín Valladolid.

El equipo se mantiene con trabajo y pundonor y se consolida en la categoría en la campaña 1991/92, año en el que, además, se logra el título nacional en categoría cadete y el subcampeonato en juveniles. La sección de balonmano del Club Maristas se independizó de la entidad colegial.

En la temporada siguiente, la 1992/93, comienzan a llegar las grandes estrellas del balonmano mundial. El equipo estaba integrado por nombres espectaculares, como Gopin, Ortega, Yukov, Gámez, Canca, Guerrero o Soler. En este año se consiguen los mayores logros deportivos del club, con el sexto puesto liguero y la clasificación para la III Copa Asobal y la Copa del Rey.

El Puleva comienza a pasar ya sus primeros apuros económicos en la campaña 93/94. El club apenas se reforzó y se apretó el cinturón. Retuvo a sus jóvenes valores y a Yukov y a Gopin, considerado el mejor extremo del mundo. El 10 de enero de 1994, Feliciano García-Recio Yébenes fallecía, justo cuando el equipo, entrenado en la elite por Juanjo Fernández, se preparaba para disputar un partido de la fase previa de la Copa del Rey ante el Atlético de Madrid.

El Puleva descendió la temporada siguiente, pero la renuncia del Juventud Alcalá para militar en la Asobal le dio una última oportunidad. El club pasó por las manos transitorias de Quico Moreno, Antonio Manteca y Paco Moreno. Juan Antonio Moreno, tras abonar el aval de 10 millones de pesetas, retiró el dinero ante la imposibilidad de cubrir el presupuesto. Maristas dejó para siempre la elite.

1986 | FundaciónDamián Caneda, presidente

Damián Caneda, presidente de Maristas, divide el club en dos secciones: balonmano y baloncesto. Feliciano García Recio acepta la responsabilidad de hacerse cargo de la rama del balonmano.

1989/90 | AscensoA la máxima categoría

El equipo, sin extranjeros, y dirigido por Juanjo Fernández, logra el ascenso a la Liga Asobal. Se cumple el gran sueño de la entidad.

1992/93 Los mejores añosCanteranos y estrellas

Se acumulan títulos nacionales cadetes y juveniles hasta que en la temporada 1992/93, el equipo alcanza su máxima cota. Es quinto en la Liga, se clasifica para la Copa Asobal y para la fase final de la Copa del Rey. En Málaga juegan canteranos como Ortega, Pérez Canca o Quino Soler, y llegan extranjeros de primerísimo nivel como Valeri Gopin o Andrei Chepkin.

1994/95 | Descenso y desapariciónFallece Feliciano García-Recio

Feliciano García-Recio muere a los 53 años en la Clínica El Ángel víctima de una fuerte neumonía, el 10 de enero de 1994. El club se descabeza y sin su presencia, el 10 de julio de 1995, el equipo, que había descendido, logra plaza tras la renuncia del Alcalá. Pero el Puleva también renuncia y, al no poder cubrir el presupuesto de ese año, el equipo desaparece.