25 años de experiencia en el Unicaja dan para mucho. Cuando Francis Tomé aterrizó en el entonces Caja de Ronda para dirigir un equipo de minibásket era un pipiolo de sólo 17 años. Había ganado con Salesianos la Liga Colegial de baloncesto organizada por la entidad financiera, y Ricardo Bandrés le reclutó para el club, ganando 7.000 pesetas al mes. Tras un cuarto de siglo en la entidad, este verano finalizó su vinculación y atendió la llamada del presidente del CB Marbella, Enrique Agüera, para crear un nuevo modelo dentro del club. Algo diferente, innovador, atractivo.

Tomé presentó un proyecto tan original que ya en agosto estaba en la ciudad, creando la «Academia de Baloncesto CB Marbella». Se trata de un proyecto que llega a priorizar la formación académica a la baloncestística, uniendo las dos en un mismo espacio, que da voz y voto a la profesora y psicopedagoga Ángela Salguera antes incluso que a la opinión de Tomé, director técnico del club.

«Este primero año hemos focalizado la Academina en sólo un equipo, el que yo entreno, el preinfantil», explica Francis Tomé, que además acude a dos colegios de la ciudad y que también colabora en la organización de la Liga Escolar de Marbella.

Los niños del equipo, nacidos en 2003, están ya en 1º de ESO. La plantilla es larga, compuesta por 20 jugadores, que precisamente hoy comienzan la Liga provincial, en casa ante Teatinos (11.00 horas). «Como son muchos chicos también nos hemos inscritos en la Liga infantil, para todos jueguen», dice. Los chicos están citados, cuatro días a la semana, a partir de las 17.00 horas en el pabellón Serrano Lima para iniciar tres horas de un entrenamiento muy especial. La profesora Ángela Salguero y el director técnico Francis Tomé ya han decidido, conociendo de antemano el calendario de exámenes y actividades de los chicos, quiénes van a realizar las dos horas de trabajo en pista completas y los que han de irse antes al aula de estudio, en el mismo pabellón, cedido por el Ayuntamiento. Los chicos se ejercitan durante dos horas con su entrenador, Francis Tomé, que ha pasado de dirigir al Clínicas Rincón en LEB Oro a un equipo de niños de sólo 12 años.

«No he tenido tiempo de pensar en este salto. No echo de menos entrenar, porque tengo a los niños. Y este proyecto me ha enganchado completamente. Sigo en la cancha, en el día a día. Es diferente, por supuesto, pero ahora me llenan otras cosas. Es más fácil sentir a estos chicos, ellos creen ciegamente en lo que les dices. Les intento inculcar el amor al baloncesto, que conozcan el juego, que se pasen el balón, con los valores que transmite nuestro deporte y cuidando su educación», explica.

Tras ducharse, los niños estudian durante una hora -dependiendo de las necesidades de cada uno- y se van a casa con los deberes ya hechos. A las 20.15, los padres les recogen. Así, cuatro días a la semana. Una educación integral, priorizando los estudios al baloncesto, relacionando y entrelazando los dos. Un proyecto que en este primer año de vida incluye al equipo preinfantil, pero que nace con la vocación de que de los 16 equipos de la entidad formen parte la «Academia de Baloncesto CB Marbella». Una iniciativa sensacional.

Ducha con bañador y castigo si suspenden. Lo más llamativo de este nuevo proyecto «Academia de Baloncesto CB Marbella» es que los niños juegan al baloncesto pero además tienen tiempo para hacer las tareas del colegio y de estudiar. Cuando acaban el entrenamiento, los niños se duchan. Con 12 años, muchos no están acostumbrados aún a compartir vestuario. Por eso cuando se asean lo hacen con el bañador puesto. «Es algo nuevo para ellos», dice Tomé. Los 20 niños son aplicados y aún no se ha producido ningún suspenso. Si eso ocurriera, el club tiene decidido que el chico que no apruebe una asignatura dejará de competir en los partidos oficiales y entrenará menos horas, para dedicarla a los estudios. Y es que lo importante es llevar al día el cole.