Alhambra Nievas empezó su carrera como jugadora de rugby en la Universidad de Málaga. Su excelente rendimiento en el campo le dio la oportunidad de acceder a la selección andaluza y española.

Con el paso de los años, quiso dar un cambio de rumbo a su vida profesional. Dejó a un lado la lucha en el campo para convertirse en juez de la batalla.

La malagueña de adopción y granadina de nacimiento se ha colocado, en pocos años, en la élite del rugby mundial.

El pasado sábado recibió la noticia de que su labor por hacerse un hueco entre los mejores colegiados de rugby no ha pasado inadvertida entre las altas esferas de este deporte. Y es que la Federación Internacional (World Rugby) la nominó para hacerse con el premio al mejor árbitro del mundo.

Finalmente, el galardón recayó en el galés Nigel Owens. Aunque estar entre los tres primeros es un privilegio para ella, ya que es la primera mujer que opta a este premio.

«Disfrute muchísimo en la ceremonia. Esta nominación me hace muy feliz, porque premia el trabajo realizado desde mis inicios. He podido arbitrar tres partidos del Seis Naciones femenino, tres finales de series mundiales y la final de la Liga de División de Honor española. Ha sido un año fantástico», presume con orgullo Alhambra Nievas.