El FC Barcelona Lassa ha ganado este jueves en el Palau Blaugrana al Lokomotiv Kuban Krasnodar (72-68), en la quinta jornada de la Fase Regular de la Euroliga, y se ha ganado a pulso ascender al liderato del grupo al infligir la primera derrota a los rusos, que vendieron muy cara su piel en un final de infarto en el que finalmente el Barça estuvo más fuerte, comandado por un estelar Ante Tomic que sigue imparable.

El Barça se medía a un Lokomotiv Kuban invicto, que llegaba con la confianza por las nubes después de superar las cuatro primeras pruebas con soltura, incluido el triunfo ante el Panathinaikos (81-70) de la primera jornada. Así, era una prueba de fuego, en plena lucha por el liderato, que los de Xavi Pascual superaron, con suspense y batallando hasta el final, pero con buena nota. Ahora, con ambos con 4-1 en el global, el Barça toma la iniciativa del grupo con sus cuatro triunfos consecutivos.

Con un final de partido de infarto, pues se llegó al último cuarto con 48-49 en el marcador, todo estaba por resolver y no había síntomas suficientes que indicaran que un equipo llegaba más fuerte que el otro. Números parejos, sensaciones similares, y la única certeza de que visto lo visto hasta entonces la cosa iba a estar reñida. Y, ahí, jugó un papel importante la mayor experiencia del Barça, y el hecho de jugar en el Palau acabó de decantar, ni que fuera por unos gramos, la balanza a favor de los catalanes.

Pese a coger aire a base de triples, que evitaron una irrisoria y baja puntuación que iba lastrando a los de Pascual, el equipo blaugrana se plantó con un aparentemente cómodo 70-63 en los minutos finales. Pero Draper, desatado en el Palau, evitó que la victoria fuera fácil y placentera. Delaney tampoco permitió firmar antes la victoria, pero una pérdida en el saque de lateral con 70-68 para el Barça y 7,8 segundos por jugar enterró al Lokomotiv. Era su oportunidad de la prórroga o de un triple ganador, y Satoransky saltó al cielo del Palau para interceptar el balón y empezar la fiesta de la celebración.

No era una noche para arrugarse sino para mostrarse, para dar un golpe sobre la mesa en este grupo donde el Lokomotiv está sorprendiendo y pide a gritos que le metan en el selecto elenco de candidatos a luchar por el liderato final. Finalmente, el Barça ganó este reñido pulso estando más acertados en el tiro, subiendo la intensidad defensiva, y no permitiendo que los nervios les afectaran. Y es que con un 48-57 para el Lokomotiv ya en el último cuarto, con un parcial que era de 6-24, los rusos pararon máquinas antes de tiempo.

Claver, perdido

Entre el final del tercer cuarto y el inicio del último y definitivo, el equipo visitante se puso con nueve puntos arriba, su máxima del partido, pese a que venían de un 42-33 para el Barça, que también fue la máxima para los blaugranas. Así, esos 18 puntos recuperados les permitían tomar ventaja, ser favoritos para llevarse el triunfo, pero se desconectaron antes de tiempo y, pese al gran final del exmadridista Dontaye Draper (20 puntos y 3/3 en triples), no pudieron llevarse el gato al agua.

Anduvo algo perdido Víctor Claver, una de las referencias del equipo ruso y que no pudo mostrar el buen juego que venía haciendo en este inicio de temporada a las órdenes de Bartzokas. El español, campeón del Eurobasket este pasado verano, se quedó en 6 puntos y un 6 de valoración. Pero Draper (20 puntos) y Delaney (18) llevaron las riendas de su equipo con criterio y, pese a la derrota, pueden irse satisfechos. No ganaron por detalles, por estar algo flojos al final y atenazados por la presión, pero bien pudieron haberse llevado el encuentro y lograr lo que hubiera sido un 5-0.

Por parte blaugrana, el faro fue como viene haciendo últimamente Ante Tomic, aunque no pudiera iluminar al resto de sus compañeros hasta el final del choque, cuando los triples de Oleson y de Abrines ayudaron a retener el triunfo. Costó, pero era previsible. Tomic empezó como un tiro, anotando diez de los quince primeros puntos del Barça, que pronto logró gracias al croata coger una buena renta de 7 puntos (15-8). Acabó con 16 puntos y 3 rebotes, más 7 asistencias que fueron clave, sobre todo para anular las ayudas defensivas de los rusos.

El enorme partido del croata lo secundó el equipo, que estuvo muy atento atrás para detener a Singleton o Delaney, los hombres más inspirados del equipo entrenado por el griego Georgios Bartzokas. Además, el Barça estuvo bien en acierto, repartió bien el juego gracias a Satoransky y el propio Tomic y con ello hizo frente a un partido serio del Lokomotiv, que demostró en el Palau que no era por fortuna que llegaba líder e invicto, y que puso en aprietos a un Barça que sale reforzado.