La escuela de Tecnificación emprende un nuevo camino desde el fallecimeinto de Pérez Canca. Ayer participaron en la sesión de tecnificación, que lleva su nombre, participaron varios compañeros y amigos del ex jugador de balonmano.

Quino Soler, técnico del Meridiano Antequera, Curro Lucena e Irene Garcia, preparadores del Colegio Puertosol y Ernesto Ruiz, ex compañero en el Club Maristas, se acercaron por el Palacio de los Deportes Martín Carpena para participar en la entrega de camisetas de la Escuela de Tecnificación en la que colabora Málaga, Deportes y Eventos y la empresa Cevermed.

Dentro del simbólico acto de entrega de ese material estaba la figura de Pepelu y el legado que dejó para el balonmano malagueño. De hecho los técnicos ilustraron con una charla a los chicos y chicas que participan en las sesiones, destacando los valores del malogrado deportista.

Bajo la dirección técnica de Luis Vallejo, la colaboración de los seleccionadores provinciales y otros entrenadores de Málaga y provincia, la Escuela de Tecnificación desarrolla su trabajo todos los martes, desde las 18 a hasta las 20 horas, alternando chicos y chicas.

La programación diseñada por la dirección técnica de la Delegación Malagueña consiste «en un apoyo al trabajo que los clubes y escuelas provinciales llevan a cabo diariamente, con el objetivo de mejorar la técnica individual de los jugadores», explicó Vallejo. «Buscamos la mejora técnica y táctica, intentamos convertir este espacio en un centro de unión del balonmano malagueño, de convivencia entre jugadores de distintos clubes y sus técnicos», comentó.

«En la sesiones de entrenamiento los deportistas trabajan intenciones técnicas y tácticas básicas como el bote, los desplazamientos con balón, el lanzamiento, trabajo específico para porteros y otras acciones individuales» explicó Vallejo, para una mejora de los asistentes y un complemento a la formación que reciben en sus núcleos de procedencia.

«Es vital que los clubes se impliquen. Estamos creciendo en el número de escuelas en la provincia y aquí los chicos y chicas encuentran un punto de calidad que a veces, por distintos problemas, no encuentran en su lugares de trabajo», resaltó Vallejo.

«Nos encontramos con sitios donde hay tan solo dos o tres chicos en edad infantil que se ven obligados a entrenar con alevines y benjamines y no progresan. Aquí sí pueden hacerlo» analizó.

El crecimiento del balonmano provincial necesita de la colaboración de todos los clubes. «Se puede hacer un trabajo administrativo pero los clubes, si quieren que aumente la participación y la calidad, deben implicarse en este proyecto de unión y mejora de las condiones de balonmanistas», admitió ante la falta de oportunidades.