El Instituto de Fertilidad Clínicas Rincón mostró ayer su cara más solidaria, demostrando que el baloncesto es un deporte que mueve fronteras, une sentimientos e invita a la masa social a involucrarse en la búsqueda de soluciones para los grandes problemas que azotan a las personas en su día a día. Hoy se conmemora mundialmente el Día Internacional de la Discapacidad y la familia del Clínicas Rincón quiso trasladar un mensaje a la sociedad malagueña, indicando la capacidad de superación y competitividad que poseen las personas con discapacidad física frente a las innumerables barreras que tienen que afrontar a lo largo de su camino.

El equipo entrenado por Paco Aurioles se juntó en el pabellón San Miguel de Torremolinos con el Clínicas Rincón Amivel de baloncesto en silla de ruedas. A estos dos conjuntos del deporte de la canasta, le acompañaron más de 1.000 niños de distritos centros escolares de la localidad torremolinense para participar en un partido de exhibición con una única regla: pasar un rato divertido y agradable.

El deporte malagueño cuenta desde hace 36 años con un club de baloncesto en silla de ruedas, actualmente conocido como el Clínicas Rincón Amivel. Cada integrante de esta plantilla representa unos valores muy marcados de superación, entrega y dedicación por un sueño: competir al máximo nivel y demostrar su valía. Y de hecho, los títulos y éxitos cosechados, a escala provincial y nacional, demuestran la grandeza de estos deportistas.

Los chicos del Instituto de Fertilidad Clínicas Rincón se pusieron en la piel de los pupilos de Paco Aguilar e intentaron jugar en silla de ruedas, algo que no les resultó nada fácil. El encuentro, que no contó con resultado, se utilizó para disfrutar en la pista haciendo aquello que mejor saben -introducir el balín en el aro- y demostrar a todos los jóvenes asistentes al evento, que no hay ningún impedimento para hacer aquello que más le gusta. Con práctica, ilusión y dedicación se puede alcanzar cualquier meta.

Al plantel de Paco Aurioles le costó meterse en el choque, sin embargo, a medida que pasaron los minutos, no se les dio mal del todo eso de jugar al baloncesto de una manera que nunca habían probado. De ahí, que muchos de ellos se vieron sorprendidos por las destrezas de los componentes de Paco Aguilar, preparador del Amivel. Hubo, eso sí, equipos mezclados, para que el partido estuviera más competido en el marcador.

Aprovechando este acto solidario, el equipo de LEB Plata contó con «Manolito», la mascota del equipo, que invitó a todos los asistentes al próximo encuentro ante Zornotza, que se jugará el sábado a las 19.00 horas y en el que el conjunto malagueño buscará hallar de nuevo la senda del triunfo. En dicho partido, se volverá a mostrar su lado más comprometido con los problemas actuales de la ciudadanía. Y todo aquel aficionado que quiera acudir, lo podrá hacer a cambio de un kilo de alimentos no perecederos.