Era septiembre de 2002 y el Deportivo viajaba a Múnich para jugar en el Olímpico contra el Bayern. Era un Dépor campeón y se enfrentaba en Champions ante el todopoderoso conjunto alemán. El equipo bávaro de inicios de milenio no era el que es hoy día, pero formaba un buen conjunto, con Michael Ballack como estrella. Seguía manteniendo la estructura de años anteriores, con jugadores como Elber, Kuffour, Sagnol o Ze Roberto, y comandado por su capitán, Oliver Kahn.

El Dépor llegó, convenció con su juego y ganó. Dos a tres. Dos jugadores sobresalieron por encima del resto. Juan Carlos Valerón y, sobre todo, Roy Makaay.

Un año más tarde, Makaay (Wijche, Holanda, 1975) se encontraba en Múnich para fichar precisamente por el Bayern. Muchos dicen que los dirigentes del equipo alemán empezaron las negociaciones de su fichaje después de aquel partido. Quizá querían hacer las cosas con antelación, sabedores de las largas noches en el restaurante El Manjar a las que sometía el entonces presidente deportivista Augusto César Lendoiro a quien quisiera negociar con él.

Al final, 850.000 euros era lo que impedían salir al holandés del Deportivo en el inicio de la temporada 03/04. Era el montante sobre derechos de formación a pagar al Vitesse, al que ni Bayern ni Deportivo llegaban a un acuerdo por quién era el que debía de pagar. Finalmente, los puso Roy.

El Deportivo y el Bayern de Munich fueron los dos equipos que marcaron la carrera del holandés. En el primero ganó Liga en su primer año y la Copa del Rey en 2002. Consiguió en A Coruña ganar la bota de oro como máximo goleador europeo. Permaneció cuatro años, manteniendo una dura disputa por el puesto con Diego Tristán, el que más de una vez llegó a decir "O Roy o yo, los dos no".

En el Bayern, se consolidó como uno de los delanteros del momento, y consiguió dos Bundesligas, dos Copas y una Copa de la Liga. Permaneció cuatro temporadas en Alemania donde se consagró como un delantero top. Se sumó al ramillete de grandes delanteros 'oranjes' que triunfaron en el fútbol, aunque no tanto con la selección. Roy, disputó dos Eurocopas. En las dos, Holanda realizó un buen papel pero cayó en semifinales. Makaay tenía un papel secundario ya que la competencia era enorme.

También tuvo su periplo español en las islas, en Tenerife. Fue antes de llegar al Deportivo, donde Roy demostró de lo que era capaz. A la isla llegó en un pack con Ferdi Vierklau por 12 millones de euros. Realizó una gran campaña, pero no puedo evitar el descenso del club canario.

Después de su periplo alemán, volvió a su país, al Feyenoord. Allí permaneció 3 años donde siguió con unos registros goleadores a tener en cuenta. Se marchó habiendo hecho 50 goles. No eran los 96 de España de su etapa en el Deportivo, o los 102 del Bayern, pero eran unos números para seguir en activo. Pero Roy decidió poner punto y final. Quiso acabar en la alta competición, dejando a un lado destinos lujos como los Emiratos Árabes o EEUU.

Tras su retirada, Roy optó por seguir ligado al mundo del fútbol. Inició su carrera como entrenador desde abajo, desde la formación a los más jóvenes. Entrena al equipo sub-13 del Feyenoord.