Hace varios años, Mª del Mar se estuvo preparando las oposiciones para bombero en las instalaciones del Complejo Deportivo de la Universidad de Málaga. Acudía a las sesiones de entrenamiento con su hijo Samuel, que en ese momento tenía 6 años y quiso apuntarlo en algún deporte. Para ella, la natación era un deporte muy completo, pero lo veía demasiado sacrificado y monótono para un niño tan pequeño. Entonces pensó en la posibilidad de que probara suerte con el waterpolo. De esta forma, practicaba natación y a la vez se divertía jugando con un balón. Porque donde hay una pelota, detrás siempre hay un niño.

Con la escuela deportiva, en la piscina de la UMA, Samuel Ruiz empezó a despuntar muy pronto como un gran jugador de waterpolo y eso lo llevó al Club Waterpolo Málaga en el año 2007. En esta entidad, continuó con su crecimiento y se topó con un entrenador que fue esencial en su desarrollo deportivo, Peter Kubicsko. El preparador húngaro, un país en el que este deporte es insignia nacional, vio en Samuel a un talento que debía moldear poco a poco hasta hacerlo brillar al máximo esplendor.

Desde que se lanzó a la piscina, su entrenador observó que iba varios pasos por delante del resto de niños de su misma edad. Con apenas 8 años, participó en Barcelona en el Campeonato de España Infantil por clubes, cuando aún estaba en categoría benjamín. Lo que deja claro que sus cualidades en la piscina le eran innatas. El waterpolo requiere de fuertes condiciones físicas y de una gran capacidad de sacrificio y dedicación para mejorar cada día. Se requieren destrezas de nado y una gran potencia muscular en el tren inferior y superior. Todo esto, Samuel Ruiz lo ha ido trabajando con la ilusión de un niño que quiere llegar a lo más alto en el deporte al que se dedica.

Peter Kubicsko asumió la responsabilidad de convertir en un gran jugador a Samuel Ruiz, conocedor de sus virtudes y del margen de mejora que tenía con el paso de los años. Tanto en la competición local como en campeonatos de Andalucía, sacó a relucir su gen competitivo y las ganas de mejorar sus cualidades como jugador, una de ellas es su capacidad para sumar goles gracias a un certero disparo.

Samuel Ruiz ha ido quemando etapas en el Club Waterpolo Málaga, del cadete pasó al juvenil y de ahí al equipo absoluto, que milita en Segunda División Nacional, y uno de sus principales méritos es que por edad, cumplió el pasado 7 de diciembre 15 años, compite con los tres equipos. Esto le supone un grandísimo desgaste físico, pero los contrarresta con las ganas de progresar. Para este malagueño enfrentarse a rivales de mayor edad no es un problema. Desde que se inició en este deporte ha tenido delante a oponentes más curtidos y con mayor experiencia, a los que ha superado con su talento innato, inteligencia y trabajo en la piscina.

En la categoría absoluta, se encuentra entre los máximos goleadores, lo que implica que su importancia dentro del equipo sea cada vez mayor. Todo este crecimiento se sustenta en una sólida planificación de entrenamientos. Samuel Ruiz tiene cinco sesiones a la semana de 2 horas y media cada una. Y en época de vacaciones, se aumenta la carga de trabajo con jornadas de preparación repartidas tanto por la mañana como por la tarde. A todo esto, le añade una hora extra en la que individualmente mejora su técnica de nado.

Sin esperárselo, el pasado 20 de noviembre, recibió la llamada de la Selección Española de Waterpolo para concentrarse durante cuatro días en el Centro de Alto Rendimiento de San Cugat (Barcelona). La misión es juntar a un grupo de chavales en edad cadete para que se empiecen a conocer de cara al Mundial de esta categoría en el año 2017. El entrenador de Samuel Ruiz, Peter Kubicsko, guarda relación con estos entrenadores por lo que no ha querido perderse ningún detalle de la estancia de su pupilo. Y tras hablar con los técnicos, le trasladaron que se encuentra entre «los 5-6 mejores jugadores cadetes de toda España».

En España, los mejores clubes de waterpolo se encuentran en Cataluña. Esta semana, Samuel Ruiz se ha desplazado hasta allí para entrenar con dos clubes, el Terrassa y el Mataró, con la misión de intentar ganarse una plaza en algún equipo de esa comunidad autónoma para la próxima temporada.

Además, tiene la intención de acceder al CAR de San Cugat o a algún centro de alto rendimiento, que le permita dedicarse al waterpolo y tener más ayudas para compaginar sus estudios. Esta es una de las grandes preocupaciones de este joven deportista.

Samuel Ruiz se ha fijado dos metas personales: jugar en la Selección Española Absoluta de Waterpolo y estudiar Medicina. Estudia 4º ESO en el Colegio Santa Rosa Lima y cuenta con la ayuda del director del centro para tener flexibilidad de fechas para hacer los exámenes. Cuenta con un gran expediente académico y no se conforma con aprobar, sino que le gusta sacar buenas notas.

Consciente de que dedicarse en exclusividad al waterpolo puede repercutir en sus calificaciones, aspira a conseguir una cuota para deportista de alto rendimiento, la cual, le da la oportunidad de estudiar cualquier carrera universitaria en España, incluso teniendo un 5 en selectividad. A ella, puede acceder si consigue quedar en cuarta posición en el Campeonato de España Juvenil por equipos, en el que participa con el Club Waterpolo Málaga. Y no parará hasta lograrlo.