El Marbella FC consiguió ayer su cuarto triunfo liguero a domicilio. Un póker culminado en el campo del filial del Betis, en cuyas filas milita el hijo del técnico marbellí Loren. Apelado de la misma manera, el delantero entró al terreno de juego en la segunda mitad, instantes antes de que Sergio Narváez estableciera el definitivo 1-2.

El cuadro costasoleño siempre llevó la iniciativa, pese a que después de adelantarse por medio de Zelu sólo tardó dos minutos el Betis en reestablecer el empate. Era un choque de urgencias. Más necesitados estaban los canteranos béticos que un Marbella que arrastraba cuatro jornadas sin ganar. El colista, no obstante, sólo pudo mantener su portería a cero durante los primeros 35 minutos.

Antes de que Zelu rompiera esa igualdad, el cuadro visitante había avisado de su mayor capacidad ofensiva. A los cinco minutos, un centro de Añón fue controlado en el área por Rubén Durán. Su potente disparo fue interceptado con bastante dificultad por el guardameta local Pedro. Luego tuvo una no peor ocasión Juanfri. Cabeceó sólo, asistido por Narváez, pero el remate salió algo desviado.

Zelu, con un buen remate en el interior del área, logró al fin perforar la meta del Betis B. Sin embargo, tras un saque de banda, a los dos minutos empató Ignacio Abeledo. Fue un aviso de lo que se le venía al Marbella. Los béticos aparecieron tras pasar por vestuarios con un planteamiento tremendamente ofensivo. Abeledo estuvo a punto de culminar la remontada. Y, sólo cinco minutos después de que los locales introdujesen a Loren para ir definitivamente a por los tres puntos, Sergio Narváez aprovechó un mal despeje de la zaga para poner contra las cuerdas a los canteranos verdiblancos. Fue una acción de astucia, porque apenas tuvo que meter la cabeza para superar al portero Pedro.

Aunque quedaba más de media hora de juego, el Marbella sólo tuvo que cerrar bien sus líneas. La nota negativa fue, ya en el tiempo de descuento, la expulsión de Gerrit tras ver la segunda amarilla.