La lista de apellidos arbitrales en la Liga Adelante tampoco rompe la tendencia histórica acerca de la singularidad de los nombres de los colegiados españoles. Ocón Arraíz, Arcediano Monescillo, Eiriz Mata, Alberola Rojas, Piñeiro Crespo, Sagués Oscoz, Valdés Aller, Areces Franco, Ais Reig, Medié Jiménez o Ruipérez Marín son algunos de los encargados de dirigir cada semana los encuentros de Segunda División.

Nada tiene que ver uno de los mencionados, el asturiano Víctor Arces Franco con el histórico trencilla murciano Ángel Franco Martínez. Sin embargo, ambos comparten un apellido que está detrás el origen de la tradición de que nombremos a los colegiados del fútbol español por sus dos apellidos y no por el nombre y su primer apellido, como es habitual en el resto del mundo.

Y es que a principios de los años setenta, con Ángel Franco situado en la elite del fútbol español, la censura empezó a ponerse nerviosa con ciertos titulares que aparecían en prensa cuando el murciano no tenía una buena actuación: «Franco es muy malo», podía leerse. Aunque el aludido le quitase importancia al asunto, lo cierto es que a partir determinados titulares con él como protagonista, la Real Federación Española de Fútbol optó por denominarlo oficialmente como Franco Martínez y a partir de ahí no hubo árbitro que no fuese conocido, como en la actualidad, por sus dos apellidos. Nada que ver con rendir homenaje, como en ocasiones se especuló, a sus familias maternas.