¿Quiere ser usted árbitro de fútbol en la elite? Pues dígame sus apellidos y le diré qué opciones tiene. A lo mejor es un poco exagerada esta afirmación, pero resulta muy curioso ver los patronímicos de los colegiados de la Liga BBVA. Hay algún Fernández y algún González, es verdad, pero la norma es que uno de los apellidos, o mejor los dos, sea «raro» o «muy raro».

Temporada tras temporada aparecen en la relación de colegiados españoles de la máxima categoría nombres casi sacados de un guión. Dicen las estadísticas que García es el apellido más repetido en España, pero qué pocos trencillas con este sobrenombre alcanzan la elite.

Casualidad o no, repasar la historia de los árbitros más conocidos de las últimas décadas nos guía hasta pares de apellidos casi únicos.

Undiano Mallenco, Mateu Lahoz, Del Cerro Grande, Bikandi Garrido, Martínez Munuera, Campos Salinas, Jaime Latre, De Burgos Bengoetxea, Gil Manzano o Velasco Carballo son algunos de los protagonistas que cada semana se encargan de impartir justicia en los terrenos de juego de Primera esta temporada 2015/2016.

En la relación no aparecen ya los hermanos cántabros Teixeira Vitienes -Fernando y José Antonio-, que coincidieron hasta la pasada campaña en la máxima categoría. Tampoco figura el bilbaíno Iturralde González, que mantiene el récord de partidos dirigidos en Primera División: 291 en 17 temporadas. El segundo sí que continúa en activo y amenaza con superarlo: el pamplonés Undiano Mallenco.

De ese listado con trencillas de la historia del fútbol español con más encuentros dirigidos sacamos más pares de apellidos singulares: Mejuto González, Zariquiegui Izco, Daudén Ibáñez, Ansuátegui Roca, Turienzo Álvarez, Megía Dávila, Andradas Asurmendi o Soriano Aladrén. Y cómo no recordar al legendario Guruceta Muro, al canario Brito Arceo o a colegiados que siguen prestando sus comentarios técnicos en medios de comunicación nacionales -como son los casos del almeriense Juan Andújar Oliver o del salmantino Joaquín Ramos Marco. La excepción que siempre confirma la regla serían en la actualidad el ponferradino González González o ya retirado José Francisco Pérez Sánchez.

La lista de los García es especialmente reducida. El primero en el ránking por partidos pitados es el gallego Raúl García de Loza. En 14 campañas dirigió 159 choques en la elite. Una temporada más dirigieron en Primera los dos malagueños con más experiencia en la categoría: López Nieto y Martín Navarrete. Navarrete Antiñolo, con ocho temporadas, completa un podio que, por número de partidos arbitrales tendría no obstante como ocupante del tercer peldaño al antequerano Paradas Romero -86 en seis temporadas, frente a los 70 del anterior-.

A la caza de los ocho apellidos arbitrales casi imposibles, bucear en la hemeroteca nos depara más casos singulares. Porque a Victoriano Sánchez Arminio, actual presidente del Comité Técnico de Árbitros de la Real Federación Española de Fútbol, hay que añadir nombres como los de Medina Cantalejo, Fombona Fernández, Ayza Gámez, Azón Roma, Melcón Bertolomé, Oliva Fortuny, Rubinos Pérez, Marrón Martín, Losantos Omar, Pes Pérez, Caballero Camacho, Birigay Nieva, Lamo Castillo, Pajares Paz, Borrás del Barrio, Urrestarazu Elordi, Pino Zamorano, Sáiz Elizondo o el también inolvidable José Japón Sevilla.

Con menos de 70 partidos en Primera abundan las combinaciones imposibles, si bien es cierto que algunos de estos nombres no lograron quedarse en la memoria colectiva por lo fugaz de sus apariciones. Por ahí asoman: Arnal Valdivieso, Aurre Larrea, Sabaté Solá, Llonch Andreu, Acebal Pezón, Canera Coscolín, Balsa Ron, Lacambra Canela, Cruella Tena, Jáuregui Ansó, Steimborn Ludeuvik, Simó Fiol, Bayarri Ribelles, Casajuana Rifá, Balcells Regué, Comorera Gatuellas, Echave Michelena, Iturrioz Larrinaga o Condón Uriz.