Se cumplen dos años del trágico accidente que ha dejado a Michael Schumacher postrado en una cama. Fue un 29 de diciembre de 2013 cuando el heptacampeón de Fórmula 1 se golpeaba duramente la cabeza debido a un trágico percance mientras disfrutaba de una jornada familiar de esquí en la estación de Meribel, situada en los Alpes Franceses.

Dos años donde el secretismo entorno al estado de salud del piloto sigue reinando y, por el momento, las noticias siguen sin ser muy esperanzadoras. El piloto de monoplazas sigue recuperándose de las graves heridas provocadas por dicho accidente en su casa de Gland (Suiza) y parece que dicha recuperación no será milagrosa.

Fue este término el que se utilizó no hace mucho, concretamente el pasado mes de octubre, por parte de fuentes cercanas a la familia de 'el Káiser' para comentar que las cosas avanzan, pero no al ritmo que seguramente muchos esperábamos. Ross Brawn, gran amigo del piloto aseguraba en su momento que: "Seguimos rezando día a día para que se recupere... Es lento, pero siempre hay esperanza".

Y aquí seguimos, a la espera de conocer algún tipo de avance por parte de Shcumacher. Un contraste con las noticias que tuvimos los días del accidente, donde el goteo de información era constante... una situación muy diferente a la actual. La revista alemana 'Bunte' publicó en su web que 'Schumi' podría mover los brazos, algo que desmintió rápidamente la representante del piloto, Sabine Kahn.

Corinna, ahogada por las facturas médicas

Sin prácticamente una evolución notable, Michael sigue postrado en la cama de su domicilio. Su mujer, Corinna, quiso que el deportista estuviese bajo los mejores cuidados médicos, algo que no iba a ser gratis. En más de una ocasión hemos hablado de los malabares que ha tenido que hacer la esposa del heptacampeón para poder cubrir los gastos de mantener a su marido en casa.

Toda una particular operación ahorro que continúa. Algunos medios publican que Corinna está ahogada por las facturas médicas y no pararía de buscar liquidez para seguir manteniendo a su marido tal y como está hasta la fecha. Bien es cierto que Schumacher ha amasado una fortuna mientras corría en los circuitos, pero quizá no todo ese dinero se pueda disponer de él fácilmente.

Las marcas mirarían hacia otro lado

Y mientras los días pasan y el estado de salud no evoluciona, algunas firmas a las que estaría ligado Schumacher comienzan a olvidarle, pues no lo consideran ya como un activo para sus firmas. Si no puede hacer nada, no hay publicidad por parte del piloto y por ende se deja de pagar esos gastos de imagen en pos de 'el Káiser'.

Jet Set y Navyboot ya le habrían dado la espalda, lo que significa que entra menos dinero en la familia para mantener los cuidados del piloto.

Otras como las relojeras Audemars Piguet y Hublot siguen vinculadas al conductor alemán, pero en vista de la indisponibilidad, los contratos económicos no se cancelan pero sí que se revisarían a la baja. Un desplome considerable y más dolor de cabeza para Corinna.