El Marbella se regaló ayer su propio regalo de Reyes en tierras murcianas. Fueron tres puntos de esos que sobre el papel no están escritos, porque La Hoya Lorca apenas había encajado una derrota como local en lo que va de campeonato. Los locales cayeron por 1-3 después de completar una pésima primera mitad y no poder recuperarse tras la expulsión de Grego Sierra en los primeros instantes de la segunda parte.

El «brócoli mecánico» fue engullido por un cuadro malagueño que sabía de la mala racha de sus rivales. Ya suman cuatro jornadas sin ganar y han logrado un único triunfo en las últimas ocho. Los jugadores de La Hoya Lorca, menos mecánicos que nunca, no estuvieron a la altura de las circunstancias especialmente hasta el pitido que decretaba el descanso.

El Marbella fue muy superior tácticamente. El técnico visitante, Loren, ganó la partida en la pizarra a Paco García. Fue gracias a la movilidad en la medular de hombres como Sergio Narváez o Gerrit Stoeten Pérez, que hicieron verdaderos estragos entre los zagueros locales. Y no menos participativo estuvo Añón, al que todavía están buscando sus defensores, con dos dianas y lecciones magistrales de las que se ha acostumbrado a regalar hasta cuando no está físicamente al 100%.

El entrenador hoyero, en su descarga, tuvo un contratiempo en el centro de la defensa. Se vio obligado a alinear de inicio a Grego Sierra por las molestias de Mario Ramón. Pese a todo, sus pupilos dispusieron de dos claras ocasiones para marcar en los minutos tres y cuatro. Rubén Martínez, el mejor jugador local, sacó un zurdazo desde la frontal del área pero Quique Cebriá sacó con la punta de los dedos al lado de su poste derecho. Tras ese córner, Antonio López envió de tacón tras una melé, pero el balón salió fuera por poco. Y se acabó el bagaje ofensivo de La Hoya Lorca.

El más listo de la clase

El cuadro costasoleño cogió las riendas del partido a partir de ahí. Ya en el minuto 18 alertó Gabi Ramos de lo que venía, al forzar la intervención de Salcedo. Nada más cumplirse la primera media hora de juego, a raíz de una falta perfectamente ejecutada por Narváez, logró adelantarse el Marbella. El esférico, ante la pasividad de los centrales locales, acabó en el más listo de la clase, Añón, que cabeceó a las mallas.

A la desesperada, en los últimos instantes de la primera mitad modificaron su esquema y así lograron empatar. Rubén Martínez pasó al extremo y Carlos Martínez retrasó su posición. Pina, en pleno desajuste de la zaga visitante, sacó un centro desde la derecha y Carlos Martínez, inédito todo el partido, llegando desde atrás, cabeceó totalmente solo. Fue el empate.

Pero el choque se iba a resolver nada más volver de vestuario. Al buen pase de Añón a Álex Herrera respondió el zaguero local Grego Sierra con manos en el área para evitar el gol. Penalti y expulsión. Añón completó así su doblete.

El brócoli pareció bajar los brazos. Hasta quitó a su ariete Dani Carballo, mucho antes de que el visitante Sergio Narváez estableciera el definitivo 1-3.