Familiares, amigos y compañeros del mundo del fútbol se desplazaron ayer a Fuengirola para despedir a quien fuera uno de los jugadores fetiche del Real Madrid, y también del CD Málaga, que murió este viernes a los 72 años, víctima de un infarto.

En la despedida del «10» del Real Madrid «yeyé» estuvieron entre otros exjugadores del Real Madrid Pepe Salguero, Paco Bonet, Paco Pineda y Emilio Butrageño.

El director de Relaciones Institucionales del Real Madrid, Emilio Butragueño, ensalzó la figura del ex futbolista, de quien dijo que fue «un jugador muy importante, que siempre va a estar en nuestro corazón».

Junto con De Felipe, Pirri, Betancort, Grosso y Sanchís, entre otros, Velázquez formó parte de la historia del Real Madrid y rubricó la imagen del club.

En el día de su último adiós, compañeros como Amancio Amaro lloraron la pérdida de este exjugador, al que el alzheimer también le había pasado factura. «Desde hace unos años estábamos tocados por su enfermedad», lamentó Amancio, quien aseguró que Velázquez era «un jugador muy técnico y muy especial. No era un jugador corriente».

Por su parte, Pirri habló de él como «un hermano» y dijo que la pérdida de Manolo «ha sido muy dura». «Dentro del terreno de juego era un jugador fantástico, elegante, con buena técnica».

Manuel Velázquez militó con la elástica merengue entre los años 1965 y 1977, en su palmarés permanecerán seis Ligas, tres Copas de España y la Sexta Copa de Europa, que ganó el Real Madrid al Partizan de Belgrado. Su buen hacer en los terrenos de juego le catapultó a ser internacional y disputó diez partidos como jugador de la selección española.

Velázquez hizo historia como uno de los mejores jugadores del CD Málaga, equipo al que ascendió a Primera División. Su etapa como blanquiazul duró dos temporadas, durante los años 1963 y 1965, cuando formó parte de la entidad malacitana.