Virginia Fernández (Málaga, 6 de marzo de 1989) se convirtió el sábado pasado, con sus paradas en el segundo tiempo, en una de las heroínas del triunfo del Clínicas Rincón Málaga frente al Aula Valladolid, que ha posibilitado la histórica clasificación del cuadro malagueño, por primera vez, para una Fase Final de la Copa de la Reina.

La portera malagueña fue clave para que su equipo, que llegó a estar 6 goles abajo en la primera mitad (4-10) pudiera darle la vuelta al marcador en un Carranque abarrotado y que se lo pasó en grande con 60 minutos de juego que ya son historia del balonmano femenino en la Costa del Sol.

¿Qué tal la resaca de un día histórico?

Muy bien. Día con los amigos en el campo y disfrutando mucho de lo que vivimos el sábado.

¿Hubo mucha fiesta con las compañeras el sábado noche?

Yo no pude disfrutar por motivos familiares. Tenía que estar con mi abuela y no pude salir. Pero sí que hubo fiesta. Les dije que se lo pasaran muy bien y que se bebieran alguna a mi salud.

Sus paradas fueron claves para remontar al Aula de Valladolid. ¿Cómo recuerda esos minutos mediado el segundo tiempo en el que lo paró todo y su equipo pudo remontar el partido?

Creo que todavía no soy consciente de lo que hice en esa fase del partido. Que en realidad esas paradas han sido claves para la clasificación del equipo para la Copa del Reina. Estaba flipando, viendo que las paradas eran una detrás de otra, que paraba todo lo que me tiraban, que remontábamos y que podíamos ganar al Aula. También flipaba viendo el pabellón animarnos.

Vio el pase copero imposible con el 4-10 a favor de las de Valladolid, a 12 minutos del descanso?

Imposible, no, pero casi. Aunque es verdad que pensaba que faltaban muchos minutos y todavía podíamos darle la vuelta al marcador.

¿Qué le dijeron sus compañeras cuando acabó el partido y se fueron a abrazarla?

Me dijeron muchas barbaridades. Sobre todo me pidieron que lo que comí el sábado que lo coma en todos los partidos que juguemos a partir de ahora para que siga parando igual.

En el momento que se consumó la clasificación no pudo contener las lágrimas. ¿En quién o en qué pensó?

Hubo una mezcla de sentimientos. Por un lado, el ver que habíamos ganado lo que para nosotros era una final, porque era un partido muy importante para todas. Por otro, en la gente que había allí, muchas amigas que fueron a apoyarnos en una día tan importante y que disfrutaron con nosotras.

¿Qué significa para el Clínicas Rincón jugar por primera vez la Copa de la Reina?

Para nuestro club es algo histórico. Llevábamos esperándolo desde hace muchos años. Queríamos ascender a la máxima categoría para poder tener opción de estar en una Fase Final copera. Y ya lo hemos conseguido.

Y para Virginia Fernández, ¿qué significa?

Para mí no sé ni cómo decirlo lo que significa esta victoria y esta clasificación. Es algo grandioso en lo deportivo y en lo personal.

¿Cuál es el objetivo ahora del equipo de cara a la Copa del mes de abril en Porriño?

Ahora mismo el objetivo es seguir sumando puntos en la Liga para salvar la categoría. Y cuando llegue abril, que la gente sepa que no nos conformamos con habernos clasificado, que queremos seguir haciendo historia y daremos el máximo de nosotras.

¿Ha visto el vídeo en la web de La Opinión de Málaga de su entrenador, Diego Carrasco, cumpliendo la promesa de bañarse en calzoncillos en el vestuario, a puerta abierta? ¿Qué le ha parecido?

Sí, sí, claro que lo he visto. La verdad es que es muy emocionante ver a nuestro técnico pasándoselo bien y disfrutando con nuestros triunfos. Este éxito es de mucha gente.