Nueva derrota del Instituto de Fertilidad Clínicas Rincón ante SAMMIC ISB por en un partido en el que los malagueños fueron de menos a más. Tras ir ganando en los primeros compases, los vascos tiraron de un gran Aleksandar Marcius para llevarse un vital triunfo para sus aspiraciones y dejar al Clínicas con su segunda derrota seguida en el casillero (73-83).

No empezaron mal las cosas para el Clínicas, que con un parcial de 6-0 ponía la directa hacia la victoria. Romaric Belemene, muy activo durante los primeros compases del encuentro, se echó el equipo a las espaldas para llevar a los malagueños a las primeras rentas cómodas en el marcador (8-3). Corriendo como suele hacerlo y cerrando bien el rebote el conjunto vinculado a Unicaja fue ganando terreno en la pista, aunque el único que anotaba asiduamente era un Romaric extramotivado. SAMMIC Isb no lograba encontrar su mejor juego durante los primeros diez minutos, buen trabajo por esa parte de la defensa malagueña, que consiguió escaparse al término del primer acto con una leven ventaja de dos puntos (16-14).

Conforme fue engrasando la máquina Aleksandar Marcius los vascos se fueron metiendo en el partido. Desde la línea de personal el croata fue un tormento para los de Aurioles, que no sabían como parar el ciclón interior que se les venía encima. Siguió tirando de acierto un Clínicas que poco a poco iba a ir perdiendo se punto de efectividad ofensiva que le había hecho dominar del partido hasta el momento. Comenzó el ´55´ del equipo de Bueno a forzar personales y a ganarse su puesto en la pintura de los locales, hasta el punto de poner por delante a su equipo por primera vez a mitad del segundo periodo (30-33). No parecían buenos momentos para el Clínicas Rincón, que tuvo en las manos de Kenan un par de tiros interiores que no entraron y que propiciaron la escapa de Iraurgi al final de la primera parte (30-39), con un claro dominador tanto en puntos como en valoración. Marcius conseguía de momento desquiciar a los jóvenes malagueños con 17 puntos y 27 de valoración en apenas 15 minutos en la pista.

Aún quedaba una larguísima segunda mitad, pero si se quería ganar había que apretar los dientes en defensa y sobretodo cerrar a Marcius, que además llevaba en su zurrón 7 rebotes -cuatro de ellos defensivos-. Defensa era precisamente lo que necesitaba el equipo y ese detalle le pilló aún en el vestuario, porque los vascos anotaron nada más salir un 0-4 que ponía las cosas complicadas en Torremolinos (30-43). Fue Kenan Karahodzic quien con un 2+1 rompió la sequía de casi cinco minutos del equipo sin anotar (33-43), pero Marcius se encargó de dejar claro quien iba a mandar en el partido con siete puntos consecutivos (33-49) que daban la máxima del partido a SAMMIC. La situación se complicaba aún más tras una técnica señalada a Paco Aurioles. Fallaba Guti el tiro libre y robaba el Clínicas la siguiente posesión para anotar dos puntos que oxigenaban el partido y sus opciones de remontar. En ese preciso momento, cuando más le necesitaba su equipo, Romaric Belemene la pidió y la clavó desde el exterior para bajar la desventaja a 10 puntos (39-49) a falta de cinco minutos para el final del tercer periodo. Había vida y sobretodo, esperanza, pero también estaba sobre la pista un jugador al que le entraba absolutamente todo llamado Aleksandar Marcius y que llevaba hasta el momento 29 puntos y 42 de valoración (48-57).

No se iba a rendir tan fácilmente el Clínicas Rincón, que puso todo de su parte para que el resultado empezara a cambiar desde el primer segundo del último cuarto. Romaric estaba con ganas y por ahí empezaba la remontada. Una canasta por aquí, un triple por allá y una asistencia para un compañero y en menos de tres minutos el partido volvía a tener su interés (55-57). SAMMIC, que no se esperaba la salida en tromba de los malagueños, se vio contra las cuerdas y ni dos canastas consecutivas le mantenían tranquilo. Ahí estaba Romaric para imponer su ley y volver a anotar para devolverle la ilusión al San Miguel. Los últimos cinco minutos fueron de golpes continuos de uno a otro equipo. Cuando anotaban los malagueños lo hacían inmediatamente los vascos, y cuando no conseguía anotar uno, el otro tampoco lo hacía. Las prisas y los nervios no eran buenas consejeras en un equipo que había dejado el trabajo para el final tras un segundo cuarto donde se le escaparon muchas de las opciones de partido, pero ni con el 65-72 a falta de tres minutos se rindió. Aún quedaba la última bala y la intentó exprimir al máximo el conjunto de Paco Aurioles con la aparición de un estelar Carlinhos de Cobos que mostró su experiencia en los momentos finales. Un triple suyo, tras mucho pelear, dejaba el marcador en 71-75 y 57 segundos por delante. Estalló el pabellón y estalló el banquillo del Clínicas. Tuvo que pedir tiempo muerto Iker Bueno para que los suyos se dejaran de confianzas y cerraran el partido de una vez por todas. Así fue, con una canasta nada más salir a la pista que ascendía de nuevo la ventaja a 71-77, algo que dejaba KO completamente a un Clínicas al que se le nubló la vista tras tener el partido en buenas manos en el inicio (73-83).