«Nuestra principal preocupación en este momento es que Samuel se recupere al cien por cien. Ya habrá tiempo de tomar medidas en cuanto a la seguridad, una vez que podamos reunirnos en junta directiva. Lo primero es arropar al jugador, a su familia y al Alhaurín de la Torre. También ayudar en lo que sea posible a la Policía en la investigación sobre unos hechos de los que también hemos sido víctimas». Así expresaba Jorge Lara, uno de los directivos del Centro de Deportes El Palo, la tremenda consternación que ha dejado el apuñalamiento del domingo en el entorno del club representativo de esta barriada.

«Llevamos bastantes años intentando evitar la violencia en nuestras instalaciones. Pero son actos que están fuera del ámbito deportivo. Quién iba a imaginar que una persona saltaría al terreno de juego con un arma blanca». Lara recuerda que en esta década apenas se han registrado incidentes en el campo municipal de San Ignacio. «Hay quien recuerda ahora el ascenso a Segunda B, cuando el Deportivo se quejó de conductas antideportivas. Pero aquello fue la impotencia de un grande ante la imposibilidad de ascender. No se produjo ningún incidente grave».

Expresó este responsable paleño que tras aquel histórico ascenso y por ser un club de barrio, «humilde y sin apenas presupuesto», en las últimas campañas multitud de equipos malagueños y del resto de Andalucía «se han hecho simpatizantes de El Palo». Lo de este domingo «no puede empañar tantos años de alegrías, de emociones, de tardes en las que nos hemos ganado el respeto en toda Andalucía».

Y se insiste también en que hasta uno de los técnicos del filial, Rafa, recibió una puñalada en la pierna cuando intentaba evitar la agresión a Samu: «No hemos podido hablar con él después, pero sabemos que recibió una decena de puntos y que está en casa recuperándose».

Aunque el aspecto deportivo es en este caso «lo de menos», el primer equipo paleño, que milita en el grupo IX de Tercera División, se encuentra en disposición de jugar la fase de ascenso que le permita regresar al grupo IX de Segunda B. «Llevamos meses invictos y es una pena que estos hechos empañen en la barriada la posibilidad de vivir un nuevo ascenso. Pero es algo que no depende de nosotros. Las cosas pasan y, ocurran donde ocurran, rechazamos rotundamente cualquier hecho violento en un estadio o fuera de él. Tomaremos medidas dentro de nuestras posibilidades para que nadie nunca más sufra lo que han padecido Samuel o Rafa», alegaban estos dirigentes.