El portero del Marbella FC, Quique Cebriá, pasó la noche posterior al encuentro ante el Recreativo en observación en el Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva, donde le realizaron un TAC y radiografías que descartaron lesiones más graves.

En dicho centro médico no disponían de especialidad maxilofacial necesaria, por lo que no pudieron saturarle la herida, hecho que tuvieron que hacer a lo largo del día de ayer en Sevilla.

El portero del conjunto costasoleño sufrió un encontronazo con rivales al despejar un balón de puños tras un centro lateral de libre directo en el minuto 16 del partido frente al Recreativo de Huelva, disputado en el estadio Nuevo Colombino.

Como consecuencia del choque, Cebriá tuvo que ser sustituido y trasladado posteriormente hasta al centro hospitalario, donde pasó la noche.

Ayer mismo viajó hacia Sevilla, donde acudió al Hospital Virgen del Rocío para que le aplicasen sutura en una herida que tenía principalmente en el interior de la boca, aunque también tenía afectado un poco de forma exterior. Asimismo, no existía fractura, algo de lo que poder alegrarse.

El encuentro finalizó con 2-0 a favor del Decano, con goles de Rubén Mesa de penalti y de Miguelito, ambos en la segunda mitad. Un triunfo que por el momento, permite respirar a los onubenses, sumergidos en una difícil situación administrativa y con un futuro totalmente duro e incierto; mientras que el Marbella permanece en mitad de tabla.

El estado del guardameta evoluciona favorablemente, aunque también padece un latigazo cervical y molestias en la espalda.