Llegó a la meta con un tiempo más que destacado para un atleta de la categoría de promesas, pero casi no lo logra. Jerónimo González Ruiz, corredor del equipo La Caña que logró en la Media Maratón de Málaga un tiempo de 1:32:51 -duodécima posición para los participantes de su edad-, tuvo un desfallecimiento a muy pocos metros de la meta. Por suerte para él, le ayudaron dos de los corredores que le atendieron a medio kilómetro del final, evitando así una posible tragedia.

Todo sucedió en las proximidades del estadio de atletismo Ciudad de Málaga, cuando una bajada de azúcar le causó el desmayo. Tras una búsqueda exhaustiva y gracias a los reportajes fotográficos de los medios de comunicación, Jerónimo Gónzalez encontró a sus ángeles de la guarda, unos héroes que pasaron como anónimos durante un par de días, sin ser reconocidos.

Uno de ellos es Miguel Ángel Díaz, que completó el trazado apenas cuatro segundos antes que Jerónimo, quien pudo agradecerles la ayuda prestada directamente, y después de que el propio Jerónimo y sus familiares buscaran por cielo y tierra a los «salvadores». Una búsqueda que finalizó ayer con éxito. La historia terminó con final feliz.