El Instituto de Fertilidad Clínicas Rincón ya está en semifinales del play off de ascenso a LEB Oro tras deshacerse contra todo pronóstico al Sammic ISB de Azpeitia en el tercer partido de la eliminatoria. Los malagueños, tras perder el primer encuentro en tierras vascas por 77-72, tiraron de trabajo, de casta y de orgullo para levantar una eliminatoria que se complicó desde el primer momento. También tiraron de motivación, en una movimiento estratégico del cuerpo técnico del equipo para intentar levantar la moral de sus jugadores y recuperarse del primer golpe en el Polideportivo de Azpeitia.

La motivación grupal que llevaron a cabo Paco Aurioles y Chiki Gil se maquinó casi sin tiempo y sin margen de maniobra. Con las horas contadas para el partido en Torremolinos, que sería el segundo de la serie de cuartos de final, el delegado del equipo, Pablo Moreno, recogió todas las noticias aparecidas en prensa, entre ellas las de La Opinión de Málaga y redes sociales sobre el equipo desde que se ganó a Carrefour El Bulevar de Ávila en la penúltima jornada de la Liga Regular. Con todas las fotos y titulares y con los comentarios que los aficionados del equipo fueron dejando durante todos esos días en las redes sociales del club se elaboró un mural que ocupó un lugar preferencial en la pared del vestuario del equipo.

"El Clínicas Rincón consigue la permanencia", "El Clínicas, único equipo en tumbar dos veces seguidas al campeón", "Machada del Clínicas" o "El Clínicas sella su billete para el play off de ascenso" fueron las frases que entraron de lleno en cada uno de los jugadores del equipo nada más pisar el vestuario del Palacio San Miguel. Además, las fotos de Carlos Corts gritando con rabia una canasta, Romaric Belemene colgándose del aro o el equipo en el centro de la pista celebrando la clasificación daban sentido a todo lo que estaba por llegar.

Por el momento, el primer movimiento en el tablero de ajedrez que los técnicos usan antes de cada partido surtió el efecto deseado. El equipo ya está en semifinales, pero la ambición de todos es máxima. Hay respeto hacia Óbila, pero nunca miedo. Ya se le ganó en casa por un punto no hace muchas fechas y con esa lección bien aprendida el equipo viajará a Ávila para seguir soñando despiertos.