Carlos Corts (Granada, 1997) tiene una fecha grabada a fuego. El 10 de octubre de 2014 el base debutó en Palencia en LEB Oro con el Instituto de Fertilidad Clínicas Rincón, de la mano de Francis Tomé. Aunque encajó una dura derrota, jugar más de 20 minutos y anotar 6 puntos fue una magnífica carta de presentación. Desde ahí hasta hoy, el jugador ha experimentado un crecimiento mayúsculo. En su segunda temporada al más alto nivel, la salida de Mo Soluade, con dirección Guipúzcoa, le hizo coger galones y responsabilidad en la pizarra de Paco Aurioles. Bajo la tutela de Carlos de Cobos, el joven se ha consagrado como pilar básico en el conjunto axárquico.

Prueba de ello reside en la importancia que ha tenido en los play offs de ascenso a la LEB Oro. Ahí, Corts ha sido esencial en el buen hacer del grupo. Un conjunto que cayó eliminado en el quinto partido de las semifinales con Óbila Básket. El base, aún con la resaca del choque, es sincero: «Bueno, fue un partido complicado. Yo creo que no supimos afrontarlo bien. Aún así, nos quedamos muy cerca. Da mucha rabia». Él mismo fue el que tuvo el balón en sus manos para mandar el encuentro a la prórroga. «Ellos defendieron bien, porque lo típico es echarse para atrás y yo esperaba eso. Estuvieron encima mía y no pude sacar un tiro cómodo. Me tocaron el balón, se fue para atrás y ni siquiera puede tirar», recuerda con tristeza. La sensación en el seno axárquico es que ambos equipos conjuntos hicieron idénticos méritos para ser finalistas. «Podría haber pasado cualquiera, ellos tuvieron las cosas más claras», admite Corts.

Una vez acabada la temporada es momento de sentarse y hacer balance de lo conseguido. Corts no tiene dudas al respecto: «Muy positivo. Nadie esperaba que llegásemos tan lejos. Nos quedamos con buenas sensaciones porque hemos tenido unos dos últimos meses muy buenos». En su argumento, el joven destaca la mejoría individual de cada jugador. «Ha habido un cambio gigante en cambio a actitud, a saber estar sobre la pista, a regularidad, a concentración... Básicamente, nuestra mejora es en torno a concentración, que es lo que nos fallaba siempre», explica.

A pesar de que se ha terminado bien el año, la campaña ha tenido muchos altibajos para Aurioles y sus pupilos. El granadino es tajante cuando se le cuestiona por el peor momento del equipo: «Cuando se fue Viny Okouo con el ACB, estuvimos dos o tres jornadas muy perdidos y desorientados. Cada uno tenía que tomar un poquito de lo que él hacía y como somos jóvenes nos costó verlo».

Al igual que todos sus compañeros, la campaña del director de juego ha pasado por vicisitudes, como él mismo reconoce. «Empecé la primera vuelta tirando fatal, no me entraban los tiros. Estaba de segundo base, que es complicado. La segunda vuelta la comencé con buenas sensaciones. Con la marcha de Mo (Soluade) ya cogí más protagonismo y responsabilidad. He empezado a ir subiendo, metiendo los tiros y dirigiendo mucho mejor», espeta. Del crecimiento propio tiene buena culpa Carlos de Cobos, como no duda en admitir Corts: «Es un referente. En los entrenamientos es importantísimo tener a un hombre como él». No obstante, pese a la mejoría, su objetivo es seguir progresando. «Este verano mi propósito es mejorar físicamente. Mi hándicap es tener pocos kilos», aclara. En la conversación, el base reconoce su satisfacción por pertenecer al Clínicas Rincón: «Aquí estoy súper bien. Yo creo que en España no hay un equipo que dé tantas oportunidades a un joven».

Mirando al futuro, Corts tiene un anhelo, aunque aún lo ve lejano. «Unicaja es uno de los mejores de la ACB y es algo que aún está lejos. Claro que es un sueño y jugar con ellos es lo que más me gustaría», asiente el playmaker.