Qué son dos décimas de segundo. Para la mayoría de los mortales, muy poca cosa. En la elite del deporte, puede ser el fino hilo que te separa de la miseria a la gloria. Porque este pasado domingo se puede decir que por ese pequeño margen pudo salir -al fin- del anonimato un agente de la Policía Nacional de origen malagueño, aunque afincado desde la pasada década en tierras gallegas. Sergio Pérez fue canterano del Real Club Mediterráneo, pero aprobar unas oposiciones le hizo coger la maleta y emprender el camino hacia Vigo. Allí ha mejorado su técnica, ha ganado grandes amigos y hasta esposa y, lo que son las cosas, alcanzar la fama que no llegó a tener en la Costa del Sol. Sin embargo, pocos esperaban que a sus 31 años de edad viviese su mejor estado de forma. En el Europeo de remo lograba, junto a su compañero Jesús González, una medalla de bronce que rompe tres años de sequía para España. Una pena que este éxito en el LM2 -dos sin timonel ligero- no pueda tener continuidad en el camino hacia Río de Janeiro de este mismo mes. En octubre, la Federación Española de Remo consideró que esta pareja no estaba a la altura de poder competir en la embarcación de cuatro que sí corresponde a una categoría olímpica.

Ustedes ya fueron cuartos en el Europeo del pasado año. Qué ha cambiado de entonces a ahora. Porque lo del camino cortado hacia los Juegos Olímpicos no se entiende.

Ha cambiado todo. Lo curioso es que la diferencia ha sido de apenas dos décimas. El año pasado nos quedamos a esa mínima distancia del podio y apenas recibimos felicitaciones. Esta vez se me colapsó el teléfono de llamadas y mensajes hasta de gente que no conozco de nada. Ha sido impresionante. Estamos muy contentos tanto Jesús, que también es policía, como yo. Respecto a lo del camino a los Juegos Olímpicos, no es algo fácil de explicar. En octubre nos apartaron sin una justificación basada en marcas o en criterios técnicos oficiales. Fue una decisión política. Estamos en año electoral para las federaciones y pasan cosas que no se pueden explicar. Nosotros hemos intentado por todos los medios que nos justifiquen la decisión y no hemos encontrado respuesta a lo ocurrido.

¿Cómo consiguieron aislarse después de ese mazazo?

Lo primero que hicimos fue volver a nuestros domicilios. Estábamos en Sevilla, concentrados para preparar nuestras competiciones, y optamos por entrenar en casa, en Galicia. Hemos ganado mucho con esa decisión. Estar cerca de la familia te ayuda a comer bien, por ejemplo. Es cierto que en el Club de Remo Robaleira, al que pertenecemos, somos los únicos que entrenamos esta disciplina, pero a la larga hemos visto cómo hemos podido mejorar bastante. En tierras sevillanas comíamos fatal y la Federación ni atendía nuestras quejas sobre este aspecto. Pero es que además la lámina de agua tenía siempre demasiado tráfico.

Llega a su mejor estado de forma con más de 30 años. ¿Se ve compitiendo en el camino hacia los siguientes Juegos Olímpicos?

Claro que sí. Mi compañero tiene más de 40 años y ha conseguido conmigo esta medalla. La edad en el remo es relativa. Tenemos los dos una ventaja muy significativa respecto a otros deportistas: que pertenecemos al Cuerpo de la Policía Nacional. Ambos tenemos la suerte de formar parte de un colectivo que tiene un grupo específico para los deportistas de elite. Las facilidades para entrenar, para acudir a competiciones y demás son extraordinarias. Desde estas páginas queremos agradecer este apoyo porque de otra manera yo no seguiría a este nivel. Tienes que vivir de algo y este deporte, por desgracia, no te permite una dedicación exclusiva a él.

¿Echa de menos Málaga?

Muchísimo. En Vigo no llueve tanto como se piensa en Málaga. En verano tienes playa y también puedes bañarte y hace buen tiempo, pero es cierto que se echa mucho de menos nuestra tierra cuando se está lejos. Siempre tengo presente mis inicios en Pedregalejo, mi barrio, en las regatas de jábegas o en el Club Mediterráneo, porque éramos una piña y lo pasábamos muy bien en las competiciones a las que íbamos fuera. Son muchos recuerdos.

¿Hay alguna remota opción de acudir a Río de Janeiro?

Existe. Si se clasifican este mes los cuatro remeros elegidos, que tienen condiciones para hacerlo, iríamos mi compañero y yo en calidad de reservas. Pero no podemos decir nada seguro por ahora.

Este domingo incluso rozaron la medalla de plata.

Fue una prueba bastante rara. Me refiero a la final. En la eliminatoria competimos muy cómodos y en teoría teníamos reservada una de las dos mejores calles. Los ingleses, por la tres, eran inalcanzables, pero nosotros íbamos por la cuatro. Todo apuntaba a que podíamos ser segundos. Pero había viento de costado y ciertas publicidades que beneficiaban a las calles exteriores. En estos casos se suelen reordenar las calles, Pero esta vez no se hizo. De esa manera llegamos a los últimos 500 metros segundos, pero en el tramo final fuimos adelantados por la pareja danesa. Fue una pena.

¿Sus próximos retos?

Demostrar este buen nivel en citas tan importantes como la Copa del Mundo y el Mundial. Además, tengo Málaga en el calendario porque en otoño se celebra el Mundial de aguas abiertas y quiero participar. Me encuentro en un gran nivel y hay que intentar prolongar la racha.

¿Pisará por lo tanto la Costa del Sol antes de que lleguen sus vacaciones estivales?

Incluso antes, tengo una cita en Málaga porque estoy preparándome para ser técnico de remo y tengo que superar unas pruebas durante el mes de junio. Confío en que antes, en las competiciones internacionales, pueda hacer un buen papel y entonces sí compartir todas estas experiencias con mi familia y tantos amigos que me han seguido desde siempre.