­Algo más de 80 días para los Juegos de Río 2016. La cita olímpica se acerca y conforme avanza el calendario, la fecha está marcada a fuego por todos los participantes que partirán hacia Brasil. Marta López (4 de febrero de 1990, Málaga) será una de las representantes del combinado nacional de balonmano femenino y la ilusión yace en ella como ceniza que vuelve a arder.

«Estoy muy ilusionada. Todos los deportistas tenemos claro que llegar a unos Juegos es lo máximo a lo que podemos aspirar», declara. Convocada para los Juegos de Londres en sustitución de la lesionada Carmen Martín, lo que le dejó un sabor agridulce, la malagueña ve con otros ojos esta oportunidad y espera redimirse después de una temporada no tan excepcional, a nivel individual, en su club -el Fleury francés-, tras pasar por una lesión en 2015.

Las «guerreras» se preparan para el asalto olímpico y con Marta como fija en los planes de Jorge Dueñas, seleccionador nacional. «El objetivo de los Juegos es hacer el mejor papel. Volver a llegar al podio está en la mente de todas las guerreras», puntualiza.

Sus inicios en el balonmano los recuerda desde muy pequeña. A los dos años ya veía balonmano. Dos causas sucedieron para que se produjese ese efecto: sus hermanos jugaban y además era el deporte estrella en su colegio. Marta jugaba en el Puertosol y lo que más le atraía era el tratarse de un deporte colectivo. Además, sus compañeras de equipo eran sus amigas, al mismo tiempo que compartían clase. El envoltorio perfecto donde comenzó a forjarse la mejor extremo derecho de la Liga francesa durante sus dos primeras temporadas en el país galo.

«Ver cómo las cosas te salen bien es una motivación más y te da fuerzas para seguir luchando en tu camino», reseña Marta ante ese reconocimiento individual.

Después de la lesión ha vuelto a ser la misma de antes, y sin equipo de momento para la temporada que viene -abandonará el Fleury a final de temporada tras 4 años­-, la extremo derecho se queda con lo que ha crecido estos cuatro años en Francia, tanto a nivel deportivo como sobre todo, a nivel de fuerza mental, de trabajar, no perder la motivación y con la esperanza de poder seguir creciendo.

Tras pasar por el club madrileño del Alcobendas, puso rumbo a Francia, donde firmó por el Fleury francés. «Era un equipo que tenía un muy buen proyecto, recién ascendido y con un proyecto de intentar quedar campeonas el mismo año que yo llegué», señala.

Como tantos otros, tuvo que emigrar en 2012 ante la difícil situación en la que estaba sumergido el balonmano español, en un año en el que se produjo una especie de «estampida» de las mejores jugadoras nacionales, con una disposición que no permitía a las deportistas seguir creciendo a nivel deportivo y donde las condiciones económicas no eran las más adecuadas.

Tuvo la suerte de llegar al club francés junto con Bea Fernández, Marta Mangué y Nely Carla ­-compañeras en la selección-, lo que permitió que la adaptación fuese más fácil de lo esperado.

La trayectoria de Marta en la selección es impecable. El bronce ya contado en los Juegos Olímpicos de Londres de 2012, donde asistió tras llevar únicamente dos semanas en Francia, y la plata en el Europeo de Hungría y Croacia en 2014. «Sabíamos que ese año íbamos a hacer algo importante, era algo que sentíamos cuando estábamos preparando la competición. Lo recuerdo como un año en el que todas trabajamos en una misma dirección, confiábamos mucho en nosotras», recuerda.

Únicamente le queda la «espinita» del Mundial. «Nos gustaría quitarnos esa presión que podemos tener en octavos y donde últimamente no nos ha salido el resultado que esperábamos», afirma. Y es que en los dos últimos mundiales (Serbia 2013 y Dinamarca 2015) han caído en octavos ante Hungría y Francia, respectivamente.

Carácter y constancia

Dentro de la pista, la malagueña se define como una jugadora constante y con carácter, valores que le han ayudado a ser hoy en día imprescindible en la selección.

Como «En el país de la nube blanca», última trilogía que ha leído Marta, y donde dos chicas emprenden una viaje en barco hacia Nueva Zelanda en busca de una nueva vida, la malagueña se abordó en un arduo desafío en 2012 y que por el momento está siendo todo un éxito. Sus próximos retos: vencer a Austria y Bulgaria, la primera semana de junio, en la clasificación del Campeonato de Europa y hacer un buen papel en Río de Janeiro. Suerte para la nueva travesía que le espera.

Marta López26 años

Lugar de nacimiento:

Málaga (España)