­Con presión pero con la misma ilusión y humildad de siempre. Epítetos distintivos del atleta malagueño Borja Vivas Jiménez (26 de mayo de 1984, Málaga), especialista en lanzamiento de peso, quien encara la recta final de la preparación para los Juegos Olímpicos de Río de este verano. El mayor desafío para el hombre que posee en su haber la segunda mejor marca española de todos los tiempos de su disciplina.

En su segunda participación en una cita olímpica, los propósitos y objetivos marcados son dispares a los que tenía por entonces en Londres 2012. «Este año estoy más rodado y el objetivo es hacer un buen papel, intentar ser finalista, que es algo que en los primeros Juegos no me planteaba, pero ahora estoy en la obligación de rendir como se merece en una gran cita», analiza.

En un deporte no de masas, Borja ha escrito su nombre a fuego en la piedra Rosetta del panorama nacional, todo a base de esfuerzo y sacrificio.

Sus comienzos en el atletismo fueron por casualidad. El malagueño era un niño bastante enérgico y tras mudarse sus padres cerca de Carranque, su madre no tuvo otra idea que apuntarlo a atletismo, para que cuando llegase a casa estuviese más tranquilo. Toda una anécdota, su zona de residencia marcó el futuro de su vida. Si en lugar de unas pistas de atletismo hubiese habido unas pistas de tenis, Borja no sería atleta hoy en día.

A los 15 años conoció a Tomás Fernández, su entrenador durante todo este tiempo, y en ese momento fue cuando se especializó en el lanzamiento de peso. Dieciséis años después, Borja cuenta en su haber con un gran historial y puede estar orgullos de haber participado en todas las grandes competiciones internacionales celebradas desde 2009.

Al aire libre ha estado en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, en cuatro Campeonatos Mundiales y en tres Campeonatos Europeos, obteniendo el mejor resultado en el Europeo de 2014 en Zúrich, alzándose con la medalla de plata con una marca de 20,86. «Esa medalla hizo cambiar mi carácter en la alta competición y madurar como deportista», admite.

Asimismo, en pista cubierta ha participado en dos Campeonatos del Mundo y en cuatro Campeonatos de Europa, consiguiendo un cuarto puesto en el Campeonato Europeo de 2015 en Praga.

De los Juegos Olímpicos de Londres 2012, Borja recuerda los días de competición, el hecho de codearse con los mejores deportistas de todas las disciplinas. «Fue una experiencia única, suena a tópico, pero es cierto que lo que se vive ahí es diferente», expresa. En Londres se hizo la promesa de volver a repetir en unos Juegos y finalmente ha cumplido su juramento.

En la actualidad, el malagueño entrena unas 30 horas semanales. A la gloria y al paraíso no se llega si no hay sacrificio, y si Borja destaca en algo es por su esfuerzo y dedicación.

Buen inicio de temporada

El curso actual comenzó de forma excelsa para el atleta malagueño, consiguiendo la marca de 20,72, que le clasificaba para los Juegos de Río. «Fue un espaldarazo al año anterior en el que tuve algunas lesiones, pero por otro lado me vino un poco mal porque las siguientes competiciones no salieron como yo deseaba y me mermó un poco las condiciones mentales», refleja.

Pero al llegar la temporada de pista cubierta, la trayectoria se truncó, llegando incluso a caer derrotado en el Campeonato de España -gesta que ha logrado durante siete años consecutivos- ante el cántabro Carlos Tobalina. «En un principio todo se ve muy negativo, pero si que es verdad que te da bastante fuerza para afrontar lo que viene de temporada. Cuando uno cae el volver a levantarse cuesta, pero una vez que estás arriba, te hace más fuerte», manifiesta.

Sin embargo, antes de Río también hay otra gran cita: el Europeo de Amsterdam en julio. «Una cita casi tan importante como los Juegos para mí. Mi intención es estar entre los 5 cinco mejores y quien sabe, poder rememorar la medalla de Zúrich», expresa.

Son muchos años ya los que Borja lleva en el atletismo y manteniéndose al máximo nivel, uno de los mayores retos del deporte. Dos razones: la constancia en el trabajo y el apoyo de su familia. El malagueño tiene la cocina por hobbie y ya calienta los fogones para todo lo que le viene por delante. Suerte en sus desafíos.

DatosEn julio de 2014 hizo una marca de 21,07

Uno de los principales objetivos del atleta es superar -o igualar- la marca personal que firmó en 2014. Hasta entonces, únicamente había conseguido superar esa barrera Manolo Martínez, el mayor referente de la historia en España en lanzamiento de peso.

Consiguió la medalla de plata con una marca de 20,84

Un antes y un después en su carrera deportiva. La plata en el Campeonato de Zúrich en 2014 fue ese excelente resultado en una gran competición que parecía resistirle hasta el momento. Ese hecho fue el que le hizo «madurar como deportista».

@Angel_Mateo8