La ciudad acoge por vez primera la gran final de la Copa Coca-Cola, un auténtico escaparate para conocer las futuras promesas de este deporte

Ayer comenzó un fin de semana lleno de deporte y se disputó la semifinal de la IV Copa Coca-Cola Femenina, un encuentro consolidado.

Comenzamos en 2002 y hemos pasado por diferentes fórmulas; empezamos con colegios y éramos la única competición de cadete a nivel nacional donde chicos y chicas podían competir juntos en equipos mixtos. Rompimos los esquemas de lo que era el fútbol tradicional del momento y hace cuatro años llegamos a un acuerdo con la Real Federación Española de Fútbol. Somos los patrocinadores oficiales del grupo cadete Copa Coca-Cola a nivel nacional.

¿Qué supone este evento?

Uno de los fundamentos principales de Coca-Cola es potenciar la actividad de la vida saludable. No entendemos un modo de vida que no esté acompañado de una dieta equilibrada y el deporte. En este caso, el fútbol que mueve pasiones.

El mensaje es claro: el deporte no tiene género.

Ni hay rivalidad en el sexo, la raza, comunidades autonómicas...El deporte une. Se juega por competir y ganar pero el mensaje que prevalece es el de convivencia. Queremos que chicos y chicas que no se conocen convivan durante estos días en Málaga.

¿Qué supone para la ciudad?

Para la familia de Coca-Cola de Málaga es un orgullo y una gran responsabilidad de ser los anfitriones. Para Torremolinos, que es donde están las instalaciones, es un escaparate turístico para esta ciudad llena de bondades como playa, sol, buen clima...

Además, de aquí saldrán futuras promesas.

Aquí jugó Iniesta y mira dónde ha llegado. Aquí están los equipos cabeza de la Primera y Segunda división española en la categoría de cadete. Esta es su cantera.