El saltador estadounidense Luke Aikins ha conseguido este domingo la hazaña de saltar sin paracaídas desde un avión a más de siete kilómetros de altitud hacia una red de 30 metros por 30 en el valle del Simi, en el sur de California.

Aikins, de 42 años y con más de 18.000 saltos realizados, "ha culminado una carrera profesional de 26 años con un salto que supone un récord mundial y personal", segun ha confirmado su representante, Justin Aclin. La altitud total desde la que Aikins efectuó el salto se fijó exactamente a 7.620 metros por encima del nivel del suelo.

Aikins efectuó el salto con máscara de oxígeno y acompañado de tres paracaidístas que le ayudaron a mantener la dirección del salto hasta los metros finales. Llegó a alcanzar en su salto una velocidad de 193 kilómetros por hora.

Para facilitar su labor, varias luces situadas en la red comenzaron a brillar una vez se confirmó que estaba cayendo en la zona correcta.

La caída, con feliz resultado, se prolongó por espacio de dos minutos y medio.

"Estoy casi levitando, es increíble", dijo después del salto a la cadena de televisión local Fox, que lo retransmitió en directo.