Por tercera temporada consecutiva, la Academia Ciclista Maté estará presente en la prestigiosa Vuelta Ciclista al Bajo Aragón, que este año celebra su trigésimo tercera edición. Es la prueba por etapas más importante de España, en la que este año se darán cita 200 ciclistas procedentes de todos los rincones del país, así como equipos de otros lugares de Europa como Bélgica o Francia.

Con cuatro etapas en cinco días -una jornada de descanso obligatoria por normativa en categoría cadete- los corredores del equipo La Pesquera - CC Maté volverán a intentar realizar un buen papel en una carrera que tradicionalmente se les ha dado bien: en las dos ediciones anteriores consiguieron subir al podio. En 2014 por medio de Claudio Clavijo, segundo en la clasificación de la Regularidad y en dos etapas, y en 2015 gracias a Carlos Ponce, tercero en las Metas Volantes, y Salomé Mazuela que terminó segunda en la clasificación femenina.

Para este año, el ‘8’ de las ‘avispas’ -como se les conoce por los colores de su vestimenta- está formado por Manuel Baro, Javier Guerrero -el único que repite del año pasado-, Franmi Jiménez, José María Martín, José Manuel Moreno, Alejandro Ríos, Juan Sánchez y Salvador Valderrama. Un bloque que combina casi en igualdad los corredores de segundo año (cinco) con los de primero (tres). Víctor Martín ejercerá de director.

La carrera comienza con un prólogo el viernes sobre 2,2 kilómetros en la localidad zaragozana de Maella, un recorrido complicado pese a la corta distancia, pues es casi todo ascendente y por calles empedradas del pueblo aragonés que como cada año presentará un gran ambiente al estar en fiestas. Para el viernes, primera etapa en línea sobre 49 kilómetros entre Nonaspe y Chiprana donde los más rápidos se jugarán la victoria. La jornada reina será el domingo, con salida en Fayón y llegada al Castillo de Caspe. Cuatro puertos de montaña y la única llegada en alto de la carrera, donde probablemente se harán las diferencias. Tras el día de descanso del lunes, para el martes queda la etapa final entre Fabara y Caspe, con un circuito final de ocho kilómetros al que se darán tres vueltas. Será una etapa nerviosa donde se formarán cortes.

Para el director, Víctor Martín, la Vuelta al Bajo Aragón supone “una gran oportunidad” para que los jóvenes ciclistas aprendan: “Estamos acostumbrados a carreras autonómicas donde salen 50 niños, con suerte. Aquí se van a ver entre 200 corredores. Para ellos, es lo más parecido a un Tour de Francia que hay en el país”. Martín ha destacado también la importancia de medirse a corredores de otros lugares: “En Andalucía corren siempre los mismos y ya se conocen. Aquí viene gente de toda España y, sobre todo, los belgas que a estas edades están mucho más formados por el tipo de carreras que tienen, siempre en carreteras estrechas y donde la lucha por la posición es muy fuerte”.

En cuanto al objetivo, asegura que siempre es el mismo: “Pasarlo bien y llevarse una buena experiencia y mucho aprendizaje. Pero llevamos un buen bloque y haremos que la afición, que suele haber bastante, se divierta también. Al final no hay que olvidar que es ciclismo base y lo principal es pasar cuatro días de deporte. Que respeten las caídas y pondremos lo demás”. El equipo parte mañana a la localidad de Batea (Tarragona), donde estará alojado estos cinco días en el Hostal de L’Antón.